El sector privado de la zona sur de Tamaulipas destacó la obra para garantizar el abasto de agua entre la infraestructura faltante en realizarse este año y cuya urgencia es materializarlo en el 2025, además de los nulos recursos destinados a planes principalmente del gobierno federal, del cual se careció en el 2024.
Luis Apperti Llovet, coordinador ejecutivo de la Mesa del Agua, expresó que para ello se tienen estrategias y proyectos hídricos entre la iniciativa privada, asociaciones y los tres entes de gobierno, que son 100 por ciento factibles para llegar a este resultado.
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“Hemos platicado con las autoridades, seguimos a disposición por parte de ellos, la Secretaría de Recursos Hidráulicos principalmente del estado y la Conagua también de que se trabaje firmemente en un proyecto a largo plazo que nos dé autonomía suficiente para 100 años. Necesitamos pensar en acumular más agua y para eso hay proyectos factibles del Gobierno Federal, Gobierno Estatal y la Mesa Ciudadana del Agua, estamos trabajando”.
Esta estrategia consiste en incrementar la capacidad de captación de las lagunas con represas, campañas de concientización para un uso responsable del agua, empezar a conducir y tratar más volumen de aguas residuales, así como la reposición total de la línea de drenaje, de donde se fugan miles de litros diarios.
“La presa del Tamesí es un proyecto muy viejo que no se va a hacer, ya quedó desechado desde hace como 40 años y ahora hay dos proyectos anunciados, el del gobierno del Estado que es la cortina del Moralillo que es una represa que hace que suba el nivel de la Laguna y el de Conagua a la altura de Esteros, que es una cortina que nos daría 2 millones de millones de metros cúbicos de almacenamiento”.
Apperti Llovet, reiteró que estos proyectos son viables, pero falta ver cuáles son los más rentables, qué áreas se van a impactar, si hay que hacer previsiones de inundaciones para que esas afectaciones no lleguen a la zona urbana. Todo ese trabajo es lo que se van a llevar a cabo en el 2025, que es una planeación de uno a dos años y en paralelo se trabajará para aprovechar al máximo las aguas residuales.
“Queremos que en los próximos 100 años no tengamos ningún riesgo de volver a quedarnos sin agua”, dijo el empresario e industrial.
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SJHN