El ruido por la pirotecnia llega a generar crisis en las mascotas incluso hasta la muerte, de acuerdo a Martha Téllez, presidenta del Albergue Corazón Canino en La Laguna, ya que es en las fiestas decembrinas donde aumenta el consumo de fuegos artificiales.
En su participación para el programa de radio En Directo, Téllez recordó que no se trata de defender sólo a las mascotas, ya que también los adultos mayores y niños llegan a presentar malestar o crisis nerviosas. “Hay gente que tiene problemas en el oído y esos tronidos también los afectan, es algo que daña mucho y no sólo a las mascotas".
“El tema de la pirotecnia en los animales es un problema muy grande aunque mucha gente piense que es sencillo, pero se pueden morir mascotas, mascotas queridas y que la gente está protegiendo en sus casas y haciendo lo mejor posible pero aún así mueren”.
La encargada del albergue Corazón Canino también afirmó que en esta temporada aumenta considerablemente la búsqueda de calmantes para mascotas y premios para relajarlos o tranquilizarlos.
Apuntó que la mayoría de los fuegos artificiales no son manejados por adultos y ponen en riesgo la integridad de menores y de personas que no sepan manejarlos.
“¿Cómo es posible que no se tomen cartas en el asunto para proteger a la población?, ya no tanto a las mascotas. Vemos en las noticias los 25 de diciembre o 31 donde al niño le truena un cohete en la mano o el chavo que termina en el hospital”, señaló.
Afecta mayormente a niños con autismo
Entre las alteraciones sensoriales que llega a tener un menor diagnosticado con espectro autista está el del oído, con lo que sonidos cotidianos les pueden representar molestias o crisis, por lo cual la pirotecnia son de sus principales enemigos, de acuerdo con Pamela Villarreal, maestra en el tema del trastorno del espectro Autista.
“Las personas que tienen diagnosticado el espectro autista tienen uno o varios de sus sentidos sensoriales alterados, entre ellos el sentido del oído, en el que puede haber hipersensibilidad donde los ruidos cotidianos les hacen daño, al hablar de pirotecnia, en ellos puede desatar una crisis sensorial incontrolable”, compartió en el programa En Directo, con David de la Garza.
Dado a que en las fiestas decembrinas la gente suele consumir productos de pirotecnia, la especialista recomendó a las familias que tengan entre los suyos a un menor con autismo, a preparar una zona de calma o utilizar audífonos que cancelan el sonido.
“Cada niño o niña con trastorno del espectro autista tiene un perfil sensorial distinto. Si tienen a un familiar con este diagnóstico pueden observar y detectar los factores que lo ponen mal para evitarlos o sobrellevarlos”.
Para mayor información sobre el autismo, se invita a visitar la página oficial de la asociación civil 'Iluminemos de Azul'.
aarp