José Francisco Moreno Romero, un joven de 18 años y estudiante de la carrera de Mecánica del Instituto Tecnológico de Puebla (ITP), cumple su sueño de aplicar sus conocimientos en una organización en Nueva York, en Estados Unidos.
Su actitud de sobreponerse a los problemas, su gusto por las matemáticas como un alivio a las adversidades y su interés por aprender el idioma inglés lo colocaron en el área de servicios en una ciudad norteamericana.
El poblano fue uno de los estudiantes mexicanos seleccionados por la organización Oorah, ubicada en la ciudad de Gilboa, cerca de Albany, capital de Nueva York, para realizar una estancia en un campamento de verano.
“En estos momentos me encuentro trabajando en un campamento de verano donde realizo muchas cosas relacionadas con mi carrera y un poco sobre una afición que tengo por el cuidado de los animales”, destacó.
La organización norteamericana realizó un proceso de reclutamiento con el objetivo de fortalecer sus equipos de colaboradores para responder a la nueva demanda de productos y servicios en sus instalaciones.
En febrero, Oorah seleccionó a seis poblanos para participar en un campamento de verano, con el fin de que los estudiantes apliquen los conocimientos adquiridos en instituciones de educación superior y, al mismo tiempo, amplíen su dominio del idioma inglés.
Oorah se encarga de patrocinar un campamento de verano para que los niños desarrollen habilidades y responsabilidad en un ambiente seguro y divertido. Para la operación del campamento, la participación de jóvenes como José Francisco Moreno Romero es clave.
“Me vi en la necesidad de buscar trabajo y tuve unos compañeros que me comentaron sobre un intercambio cultural hacia América del Norte. A mí me llamó la atención, se trata de una gran oportunidad porque puedo practicar un segundo idioma y conocer un nuevo país. Apliqué para el programa y, por fortuna, me aceptaron en el programa y tuve un contrato para venir a la organización que me contrató”, comentó.
El joven poblano realiza tareas en la caballeriza y, al mismo tiempo, trabaja en el área de mantenimiento, por lo que se encarga de reparar diferentes equipos y unidades que se utilizan en el campamento.
“La empresa de Oorah, que es en la que actualmente laboro, me contrató como mozo de cuadra para las caballerizas, con los caballos que es mi animal favorito y, al mismo tiempo, me brindó la oportunidad de trabajar en algo relacionado con mi carrera. Actualmente, me encargo del área de mantenimiento y reparación de indumentaria, en general del campamento”, apuntó.
En entrevista para MILENIO Puebla, Moreno Romero explicó que, a pesar de las adversidades, su actitud, su dominio de las matemáticas y su gusto por el idioma inglés, le permitieron ser seleccionado por parte de la organización norteamericana y aplicar sus conocimientos en el área de mantenimiento.
“Decidí estudiar una ingeniería cuando iba en segundo de bachillerato, en el bachillerato oficial Cadete Juan Escutia, al norte de la capital del estado. Encontré una gran habilidad y un esquema a mis problemas en las matemáticas. Mis estudios en el bachillerato me ayudaron y descubrí que la ingeniería y las matemáticas estarían en mi futuro. Actualmente, tengo un año estudiando en el ITP. Estoy en el segundo semestre tengo un promedio de 9.2 de calificación”.
Tras pasar diferentes filtros, Moreno Romero fue seleccionado por la organización y ya recibió la visa de estudiante en Estados Unidos para que pueda desarrollar sus actividades.
“El ITP te informa que existe oportunidad y ya cada estudiante decide. Hay varias oportunidades. Pasé varios filtros. En ingeniería pasé varios filtros y ahora estoy encargado del mantenimiento. Fuimos cientos los que nos postulamos. Se trató de una feria en la que nos inscribimos muchos estudiantes. Tienes comunicación con ellos y comienzan a ver tus habilidades. Antes de que me contrataran estaba muy nervioso porque la entrevista es en inglés y tú nada más ves cómo se paran. Por fortuna fui contratado”, explicó.
El estudiante recibe un apoyo de 200 dólares a la semana; sin embargo, la organización ya lo invitó para que se quede a trabajar y, al mismo tiempo, pueda continuar con sus estudios en alguna universidad norteamericana.
“Mi objetivo principal es la escuela. Ahora, me ofrecieron la oportunidad de quedarme a trabajar y nos quieren apoyar a estudiar la universidad. Ya acepté. Ahora, como venimos como estudiantes no nos pagan igual que a un trabajador. El chiste de que nos quedemos es que comencemos a ganar como un trabajador y ahora nos brindan la oportunidad de trabajar y estudiar aquí”, finalizó.
AFM