Un préstamo, esa operación en la que una institución financiera entrega una cantidad específica de dinero a un prestatario que se compromete a pagar en diferentes abonos con intereses, resulta una alternativa que puede sacar de apuros o lograr objetivos a unos, pero también generar problemas económicos a otros.
Los préstamos están dentro de los créditos formales y forman parte de los productos financieros disponibles para acceder al sistema financiero en México, al igual que con cuenta bancaria, seguros o los ahorros para el retiro Afores. La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2024 calcula que en el país más del 77 % de las personas tenían al menos un producto financiero.
En los créditos formales, mientras que en un préstamo se entrega la totalidad del dinero acordado al inicio y por lo regular son montos pequeños, un crédito ofrece un monto de dinero disponible mayor para usarse y se pagan intereses solo por la cantidad mediante un financiamiento.
La última encuesta ENIF indicó que en 2024 el 54 % de las personas reportó tener algún tipo de financiamiento, de las que un 37 % dijo tener un crédito formal, ya sea para un préstamo, crédito para mejorar el hogar, comprar un auto o adquirir una vivienda. En tanto, el buen o mal manejo de las cuentas afectará en posteriores solicitudes.
Atención a las letras chiquitas
Especialistas coinciden en lo importante que resulta conocer cada aspecto pactado por escrito previo a firmar un contrato de préstamo personal o crédito, sobre todo en las conocidas como letras chiquitas que establecen las tasas de interés, el CAT (Costo anual total) y las comisiones.
A decir de la economista Berenice Juárez López, lo primero que se debe hacer antes de pedir un préstamo es tener claro en el contrato o cláusulas la tasa del CAT, analizarlo y compararlo con otras opciones, igual con la tasa de interés a pagar por el crédito, además, tener en cuenta el ingreso mensual disponible para que los pagos no sobrepasen los recursos que el solicitante adquiere.
También pueden haber comisiones como costos adicionales que están relacionados con el crédito como las comisiones fijas, la anualidad, o comisiones calculadas sobre un monto o porcentaje de operación realizada, además, en los préstamos muchas veces se establecen penalizaciones por pago a destiempo o por no pago.
“No podemos sacar un crédito por encima del ingreso mensual. En el caso de un crédito automotriz o crédito hipotecario, hay que revisar que las mensualidades no superen el ingreso o presupuesto mensual que impida que obtenga otro tipo de crédito. Hay que tener la cifra del interés bien ubicada, igual las comisiones o costos adicionales. Tenemos que leer las líneas chiquitas donde vienen esos porcentajes”.
La también vicepresidenta del Colegio de Economistas de La Laguna, compartió que en su experiencia considera que el porcentaje destinado a créditos para evitar un sobreendeudamiento no debe sobrepasar el 25 % de los ingresos.
¿Quiénes otorgan créditos?
Además de los bancos, hay otras sociedades financieras que otorgan préstamos y créditos con requerimientos más accesibles como la Sociedades Financieras (SOFIPO), instituciones que realiza operaciones de ahorro y préstamo en aplicaciones como Nu, Klar o Stori; y las Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo (SOCAP) como la Caja Popular Mexicana.
También están las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (SOFOM), como el Banco Azteca o GM Financiera, que ofrecen créditos para pymes, personales, hipotecarios, arrendamientos y factorajes. El FONACOT, por su parte, es un organismo público descentralizado del gobierno que promueve el ahorro de los trabajadores y otorga financiamiento.
Empresas reguladas
La entidad que regula a los otorgantes de préstamos es la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) que supervisa y sanciona a las instituciones financieras, mientras que la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) se encarga de la defensa de los usuarios y atiende quejas y reclamaciones.
La directora de la CONDUSEF en Coahuila, Mónica Montero, resaltó que esta comisión es la indicada de recibir quejas o reclamaciones, pero solo de las empresas que estén debidamente autorizadas para ofrecer servicios de crédito, mismas que pueden consultarse en su página oficial en Sistema de Registro de Prestadores de Servicios Financieros (SIPRES).
Puso énfasis en que es fundamental que los interesados conozcan si la institución financiera que ofrece sus servicios está debidamente registrada en el SIPRES, pues de lo contrario, será imposible que la CONDUSEF pueda incidir para que se cumplan los lineamientos establecidos.
“Lo primero que deben hacer es saber si esa empresa esta debidamente dada de alta en CONDUSEF, ya que si no está en el SIPRES, no hay injerencia de la comisión para tratar de salvaguardar sus recursos o proporcionar el apoyo que se necesita”.
Aún así, alertó que hay instituciones financieras, aunque autorizadas, que aprovechan la falta de regulación para establecer un tope de intereses que se pueden cobrar en un préstamo y al final se llega a pagar más del doble de lo que se solicitó, ante lo cual reiteró que hay que tener cuidado con lo que se firma.
“Hay financieras registradas que ponen intereses muy altos y además llegan a cobrar otro tipo de gastos de cobranza cuando el pago no se da a tiempo, por lo que se recomienda tener mucho cuidado con lo que firman”.
En lo que va del año, Mónica Montero compartió que por mes atienden alrededor de 150 quejas o reclamaciones sobre préstamos financieros, en su mayoría relacionadas a instituciones falsas o fraudulentas.
Alerta de fraude
Entre los tipos de fraudes que han detectado en la CONDUSEF están los relacionados con ofertas de préstamos atractivos, pero que solicitan a los usuarios abrir una cuenta en determinado banco para fondearla con algo de dinero antes de ser otorgado el préstamo, algo que consideró cada vez más frecuente.
“Les dicen que para autorizar su préstamos primero tienen que meter algo de dinero a la cuenta, por lo general entre 3 y 5 mil pesos, para poder fondearla y que así se reciba el supuesto préstamo, incluso nos ha tocado que les hacen hacer de 3 a 4 depósitos por otros conceptos como seguro de desempleo y el préstamo jamás llega porque la financiera no existe”.
Otra de las situaciones que han detectado es que hay empresas que endeudan intencionalmente a los usuarios con montos mayores a los requeridos y sin autorización, lo cual se está usando principalmente con adultos mayores que ya cuentan con una pensión o apoyo social destinado.
Indicó que antes de firmar cualquier documento o contrato, es recomendable solicitar el CAT con el costo total a pagar al final del crédito, el plazo a pagar, pero también solicitar la instancia a la que sea posible dirimir cualquier controversia al estar insatisfechos con el contrato, en este caso la CONDUSEF.
“Las cláusulas más importantes a solicitar son la tasa de interés que se compromete hacer el pago, el periodo de tiempo en que se pagará y finalmente la instancia a la que podrán acudir en caso de alguna controversia”.
¿Cómo saber si una empresa financiera está regulada?
Verifica que la empresa esté registrada en el Sistema de Registro de Prestadores de Servicios Financieros (SIPRES), un servicio de la CONDUSEF, para asegurarte de que opera legalmente.
dahh.