El presunto asesino de la doctora Masiel Mexía Medina continúa hospitalizado tras los golpes que recibió en San Juanito, Municipio de Bocoyna, Chihuahua, motivo por el que le fue inducido un estado de coma.
El lunes, el sospechoso fue entregado a las autoridades severamente golpeado y amarrado a un poste, por ello, fue necesario trasladarlo al hospital donde trabajaba la doctora Masiel para que recibiera asistencia médica.
En medio del dolor y la impotencia, los compañeros de Masiel Mexía atendieron al sospechoso. Horas antes, en el mismo hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la doctora había sido recibida sin que pudieran hacer algo para salvarla.
El personal de salud sintió "impotencia cuando lo llevaron al hospital. En el momento que lo reanimaron, entre llanto, los médicos se reprocharon que no pudieron salvar a su amiga doctora", dijo una fuente de información cercana al caso.
En imágenes entregadas de forma anónima a MILENIO se observa al hombre severamente golpeado. De manera extraoficial se indicó que fue necesario inducirle un estado de coma por las lesiones que presenta.
La doctora Masiel Mexía fue baleada en su casa, ubicada en el Barrio La Pista, hace dos días. De acuerdo con datos extraoficiales, alcanzó a pedir ayuda a sus compañeros de trabajo y fue llevada al IMSS, donde murió.
El mismo día por la tarde, el hombre fue dejado amarrado a un poste junto con una arma tipo AK-47 y una cartulina donde se leía "Esto te pasó por haber matado a la doctora y violado a la muchacha", informó personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Chihuahua.
El titular de la fiscalía, Roberto Fierro, indicó que el hombre se encuentra bajo investigación como presunto responsable del asesinato.
San Juanito se encuentra a unos 146 kilómetros —a unas dos horas y 30 minutos en auto— de Cerocahui, Urique, donde el 20 de junio fueron asesinados dos sacerdotes jesuitas, Javier Campos Morales y Joaquín Mora, y el guía de turistas Pedro Eliodoro Palma Gutiérrez. Además del atentado contra los hermanos Berrelleza Rábago que cobró la vida de uno de ellos, de Paul Osvaldo, y del incendio de la casa que les pertenecía.
ROA