Los ambientalistas que integran la asociación civil Prodefensa del Nazas (Prodenazas) tuvieron hasta el último minuto del domingo pasado para declinar el juicio de amparo que promovieron el 27 de mayo anterior, con el cual decidieron impulsar la protección y preservación del Cañón de Fernández.
Con esta acción, que deberá ser ratificada ante el juez en los próximos tres días hábiles para quedar en firme, dejarán jurídicamente el camino libre para que el gobierno de la República realice las obras del proyecto Agua Saludable para La Laguna, que pretende instalar una planta potabilizadora en la zona natural protegida y que tendrá una inversión de recursos públicos por un monto total de 11 mil 251 millones 699 mil 636.
En rueda de prensa encabezada por el doctor en ciencias Francisco Valdés Perezgasga, se informó que a raíz de las declaraciones del Presidente Andrés Manuel López Obrador en el sentido de que retiraría la inversión si continuaba el amparo, funcionarios de la Comisión Nacional del Agua se acercaron a los integrantes de la asociación, y establecieron que el director general de la CNA, Germán Martínez Santoyo quería hablar directamente con el presidente de Prodenazas.
“A raíz de que vino el Presidente y que dijo que regresaría y que si seguía el amparo se llevaba el dinero, hubo una aproximación de la Comisión Nacional del Agua, de su director, que quería platicar conmigo, no se pudo dar en esa semana porque yo caí enfermo y luego él no podía. Finalmente nos vimos como diez días después de que vino el presidente”.
El primer encuentro, refirió el ambientalista, fue en una conocida cafetería y por su parte pidió la presencia de un testigo, tomando precauciones al no estar en un terreno que le fuera familiar y previniendo cualquier tergiversación, aunque también precisó que el trato fue honorable y transparente.
En contexto Valdés Pérezgasga dijo que tomaron la alternativa del amparo no para frenar el proyecto con el que se pretende dotar de agua potable a la población pero sí en cambio, para detener la posible destrucción de un área natural protegida, siendo éste el eje del amparo.
“Si vamos a salir y vamos a retirar el amparo tiene que ser con muestras palpables de que logramos, de alguna otra manera, mejorar la condición del Cañón de Fernández y de la naturaleza lagunera en general. Las ideas que tenemos y que hemos compartido y que todavía no están en un papel o propuesta son que no se afecte el caudal que siempre ha tenido el río en el Cañón de Fernández”.
Asimismo dijo que el punto donde se colocará la represa, que después de la obra todavía habría 7 kilómetros río, que el agua que siempre ha pasado por ahí siga corriendo.
“Él nos aseguró que ahora pasaría hasta más agua, aunque sabemos que el volumen es variable porque el agua que pasa cuando cierran las compuertas es la que brota de las filtraciones de la presa o que brota de las mismas montañas del Cañón. Cuando vas en invierno al Cañón puedes escuchar cómo baja el agua de los cerros. Pedimos que llegue a la represa y siga fluyendo para no desecar ese pedazo del Cañón de Fernández y también para no afectar económica o socialmente a los ejidatarios que hacen uso de esa agua en otoño y en invierno”.
Francisco Valdés dijo que el campesinado que queda en el gran valle lagunero que conforman los municipios de Gómez Palacio, San Pedro, Francisco I. Madero y Torreón tienen agua sólo cuando se abren las compuertas de la presa Francisco Zarco. O si tienen pozo en sus terrenos garantizan sus cultivos. Al limitarse el uso, ellos deben buscar trabajos de jornaleros o como obreros maquiladores en las zonas urbanas para sobrevivir los meses sin agua, cosa que no ocurre con los ejidatarios de San Jacintos, en el módulo de riego 03.
“Ellos sí tienen agua todo el tiempo; mucha cuando abren la presa y poquita cuando la cierran pero tienen, entonces, para no afectarlos pedimos que el agua pase porque debemos hacer una conexión de la protección de la naturaleza con la seguridad de la gente, más con ellos que son los vecinos del Cañón de Fernández. Esa fue la primera cosa que pedimos y el director de la Conagua dijo que no le veía ningún problema, eso lo dijo de inmediato”.
Piden decreto de zona natural protegida federal
No obstante los ambientalistas, enfocados en su propósito, le propusieron al funcionario que el Cañón de Fernández junto con las sierras de Jimulco y El Sarnoso fueran consideradas como una zona natural protegida federal toda vez que podrían tener mayor resguardo y preservación, sin depender de la voluntad de los gobiernos locales.
“Sabemos que las reservas federales ahora están sufriendo por falta de presupuesto pero el andamiaje institucional reglamentario es muchísimo más sólido en la federación, pero él nos dijo (Martínez Santoyo) que eso Conagua no lo puede decidir. Nos dijo que él podía hablar con la secretaria de Medio Ambiente (María Luisa Albores) para que a su vez hable con la Conanp (Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas) porque finalmente son el mismo sector pero no tiene a su cargo las zonas naturales protegidas”.
En suma esos fueron los puntos propuestos por los integrantes de Prodefensa del Nazas pues reiteran que intervinieron en la defensa de la naturaleza y esa es la única causa de su organización. Esta propuesta es viable toda vez que México mantiene el compromiso de incrementar el territorio sujeto a protección ambiental.
A raíz de esta propuesta entablaron diálogo vía Zoom con el delegado de la Comisión de Áreas Naturales Protegidas y su equipo de trabajo, así como funcionarios de la Semarnat. El declarar el área natural protegida federal llevará tiempo pues se deben realizar estudios para los cuales la Conanp no cuenta con presupuesto. Sin embargo toda obra de gran magnitud debe entregar un recurso como compensación ambiental que es enviado a un fondo forestal a cargo de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
“La Conanp le entró con seriedad a este tema porque les sirve una nueva área natural protegida. Le comentamos a Germán y a su equipo legal lo del fondo de compensación ambiental y nos dijo que como Conagua no puedo ordenar sobre ese dinero, pero que puede cabildear con los estados y con la Semarnat para que el destino sea ese. Le preocupaba comprometerse a algo que no estuviera dentro de sus facultades”.
Otro posible acuerdo que emergió de las pláticas fue que la manifestación de impacto ambiental describa las afectaciones no sólo en el suelo sino en el caudal del río, para lo cual se deberá contar con un científico experto en humedales. Prodefensa del Nazas presentó tres propuestas que se analizan en el momento.
“Los ingenieros civiles y la gente en general ve al río como una canal que conduce agua pero es un ecosistema vivo con microorganismos que forman parte de un todo. El imponer una barrera como se pretende pudiera impedir continuar con una cadena dentro de un ecosistema complejo que donde más o menos agua puede hacer daño, pero el agua de estiaje y el experto en humedales son puntos innegociables”.
CALE