Programa Irritila en La Laguna: ¿qué es y por qué es importante para el abasto de agua?

Ante la necesidad de reforestar y remediar el suelo en la Cuenca Alta del Nazas, nació este programa, sin embargo tras el recorte de presupuesto se ha detenido el proyecto.

El programa Irritila nació en 2010 con el objetivo de realizar trabajos en la parte alta del Nazas. | Archivo
Luis Carlos Valdés
Laguna /

Mucha necesidad y pocas propuestas. De acuerdo a datos del Instituto Municipal de Planeación y Competitividad de Torreón (Implan) proporcionados por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en 2016 se estimaba la recarga anual del acuífero principal que dota de agua a la Comarca Lagunera, en 518.9 millones de metros cúbicos al año frente a una extracción en 930.0 millones de metros cúbicos al año, y que al paso de los años, ha derivado en una elevada tendencia hacia el abatimiento del nivel del líquido subterráneo en La Laguna con el riesgo de que se incremente cada vez el deterioro de la calidad del mismo. 

El abastecimiento de la Zona Metropolitana proviene principalmente de fuentes subterráneas del acuífero. Viendo la necesidad de implementar acciones de reforestación y remediación del suelo en la Cuenca Alta del Nazas, nació el Programa Irritila. Sin embargo, el recorte en las aportaciones federales, así como agricultores, distritos de riego, asociaciones y particulares, han detenido este proyecto. Por lo que se plantea una reingeniería para su reactivación inmediata.

¿Cuándo inició el Programa Irritila?

El Programa Irritila nació en 2010 con el objetivo de realizar trabajos en la parte alta del Nazas para conservar y restaurar la Cuenca Alta del Río Nazas, este se encarga de filtrar y dar agua de calidad para la Comarca Lagunera. Pero en 2009 se realizó el primer convenio de aportación de recursos federales para la conservación de la Cuenca Alta del Río Nazas en conjunto con la aportación directa de la sociedad civil de la Comarca Lagunera.

Según recuerda Roberto Muñoz del Río, presidente del Programa Irritila, mediante el esquema de Fondos Concurrentes, se hizo una bolsa en donde tanto la Comisión de Cuenca Alto Nazas como la Comisión Nacional Forestal (Conafor) aportaron recursos, con los cuales se ejecutaron obras de conservación y restauración de suelos en ocho ejidos del municipio de Santiago Papasquiaro, dos de Guanaceví y dos más de Tepehuanes. 

“El compromiso de la Comisión de Cuenca Alto Nazas fue aportar 5.6 millones de pesos en un periodo de cinco años y 500 mil pesos más para labores de monitoreo respecto al alcance del programa. De manera que en total se proyectaron 11.5 millones de pesos para el programa”. 

La Comisión de Cuenca Alto Nazas, hizo labor de concientización entre la población lagunera sobre la importancia de restaurar los bosques que se encuentran a 400 kilómetros de distancia, pues de allí viene el 90 por ciento del agua que se consume. 

Esta asociación civil obtenía el dinero de las aportaciones voluntarias que realizan los ciudadanos así como la iniciativa privada, para trabajar en la protección de las zonas forestales. En la zona serrana de Durango, donde nace el Río Nazas, se identificó la tala excesiva para la venta de madera, el sobrepastoreo generado por la ganadería, los incendios forestales por altas temperaturas y el cambio de uso de suelo, lo que provocó la presencia de plagas, siembras clandestinas, erosión del suelo y asolvamiento.

Pago voluntario

Fue así que se planteó el “Pago Voluntario”, de servicios ambientales, del cual, Muñoz del Río recuerda que este modelo se practicaba en varios estados del país. 

En el caso de la región, permitió la mejora y rescate de los recursos naturales, mediante el trabajo que realizan las familias en la parte alta de la sierra de Durango, implementando acciones para la conservación de suelo y control de la erosión, reforestación del bosque permitiendo el equilibrio del ciclo hidrológico; reducción de riesgos de inundación en las partes bajas, se propiciaba la recarga de los mantos acuíferos, recuperación de cuerpos de agua como ríos, manantiales y presas, la prevención de incendios con brechas cortafuegos, control de plagas en bosques, entre otras acciones que benefician a la Comarca Lagunera. 

Cuestionado sobre si se sigue trabajando en la Cuenca Alta del Nazas, Roberto Muñoz del Río, presidente de la Comisión Cuenca Nazas-Aguanaval así como del Programa Irritila, aseguró: 

“Se sigue trabajado en la cuenca alta.Ahorita las aportaciones que había por parte del sector agroindustrial ya no se están dando. Ya nada más los sistemas operadores de agua como Simas en Torreón y Sideapa en Gómez Palacio siguen haciendo sus aportaciones, son alrededor de 80 mil pesos cada tres meses de cada organismo, gracias a las aportaciones voluntarias de los usuarios domésticos”. 

Con este recurso aseguró, se están concluyendo algunas obras en ejidos para la recarga del acuífero como brechas cortafuegos, presas filtrantes de piedra y madera, curvas a nivel. 

Dijo que se está trabajando para encontrar más donantes, ya que es complicada la situación actual. Recordó que hubo un recurso que daba la federación para gastos administrativos, así como por parte del Gobierno de Durango, mismos que ya no se aportan. El Gobierno de Coahuila nunca ha realizado alguna aportación al Programa Irritila. 

Expuso que contempla reunirse con el director de la Comisión de Aguas del Estado de Durango (CAED), para conocer cuál será el panorama financiero que se contempla para la próxima administración estatal. Aunque se reconoció que se sigue trabajando en la parte alta del Nazas, con la eliminación de recursos de la Federación para las comisiones de cuenca del país, el recorte de recursos para las entidades federativas, y si se le suma que desde el año pasado no se pudo renovar el convenio que se tenía con la Conafor, que se tenía desde hace cinco años, poco se puede hacer. 

Este convenio, dijo, requería de al menos, un millón de pesos de las aportaciones para que se diera una cantidad similar y sumar así los recursos. 

“Se tendrá que hacer un trabajo con las instancias gubernamentales para buscar hacer una reestructuración o reingeniería para que se reactiven las aportaciones”. 

Expuso que la medición de extracciones de los pozos es un tema que no se ha realizado.

“Si no entendemos el problema principal que es atender la cuenca alta que es donde llueve para la recarga y luego la extracción del agua, donde se explota el acuífero pero no hay sistemas de medición, la situación podrá empeorar, de ahí la importancia de la reactivación de esta iniciativa”.

No se recauda lo mismo

Gerardo Jiménez, ambientalista, lamentó que ya no se recaude la misma cantidad de dinero en la parte baja del Río Nazas para este programa. 

“Han bajado las aportaciones particularmente de los agricultores que era entre medio a un millón de pesos anuales. Es importante que se reactiven las aportaciones, porque es en la parte alta donde está el bosque templado y es donde se capta la mayor parte del volumen del agua”. 

Explicó que de lo que ingresa a la presa El Palmito, más del 70% se capta en aquella zona, por lo que si el bosque está deteriorado, habrá menos captación de agua. 

“El Programa Irritila es una iniciativa de recuperación del bosque templado y aunque los fondos destinados eran pocos, de alguna manera estaban haciendo obras de conservación de suelo y agua allá arriba, para favorecer la recuperación del bosque. Se tiene que continuar estos programas, porque revertir el proceso de deterioro del bosque llevará muchos años, décadas”. 

Dijo que si bien se intentó que las aportaciones de los usuarios del Simas fueran obligatorias, hubo mucha oposición al respecto, "en Saltillo la gente tiene que aportar para recuperar la sierra de Zapalinamé que es la fuente de agua de Saltillo”.

Fundación Lala reforesta 

La Fundación Lala participa en campañas de atención y reforestación de los bosques de México, en ciudades como Guadalajara, Aguascalientes, en Puebla en las faldas del Volcán Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, así como en Irapuato y en la Comarca Lagunera en el Programa Irritila. 

Así también con Amigos de la Sierra que abarca la parte de Santiago y Galeana en Nuevo León y Arteaga, Coahuila. En todos se realizan trabajos para reforestación y recarga de los acuíferos. José de Jesús Berlanga, gerente de Fundación Lala explica: 

“Lo que hacemos en la Fundación en esta materia, es promover acciones de reforestación, pero también se apoya económicamente a las comunidades de manera temporal, para que realicen esta labor, contratando a habitantes de las comunidades cercanas, y realizan esos cuidados ambientales que retienen y encauzan el agua”. 

En el caso de Irritila, reconoció que ya no se apoyó este 2022, porque no se han recibido solicitudes, en este programa participaban el Gobierno Federal, agricultores, asociaciones ganaderas, empresas, asociaciones locales de productores de leche y grupos ciudadanos. 

“Es necesario que la ciudadanía participe con una aportación en los recibos de agua, para apoyar la fábrica del agua que tenemos los laguneros. Se necesita que se retomen actividades de educación ambiental, como exposiciones de pintura con los niños, que se han dejado de realizar”. 

Fundación Lala no ha retomado la aportación de recursos. Anualmente se entregaban alrededor de 200 mil pesos.

CALE

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.