De la violencia que en algún momento de su vida ha sufrido el 70% de las tamaulipecas de 15 años en adelante, la psicológica es la que más lastima al género en todos los ámbitos de la sociedad.
“La mayoría sufre violencia psicológica y aunque para muchas personas no es importante porque no ven el golpe reflejado, es algo que afecta la autoestima de menor a mayor escala y les damos atención a quienes se sientan disminuidas por esta causa”, informó la directora del Instituto de la Mujer en Tamaulipas (IMT).
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Diana Luz Gutiérrez González, expuso que de acuerdo con el Inegi, siete de cada diez habitantes femeninas en el citado grupo de edad, ha padecido alguna expresión de violencia por lo menos una vez en su vida y es una problemática que impacta en todos los estratos sociales.
En esta realidad, apuntó, hay desde esposas humilladas todos los días por su compañero de vida, trabajadoras en los diversos sectores productivos y empleadas de instituciones públicas, que se enfrentan a situaciones donde se les hace sentir que no valen y que son incapaces.
En un diálogo con la consejera de género del Ietam, Gisela Lugo, la directora del Instituto de la Mujer mencionó que a pesar de que muchas son lastimadas en su dignidad, se ha llegado a normalizar la violencia y se trata incluso de justificarla por parte de la propia víctima.
“Justificamos a todos aquellos que nos dañan y nos lastiman, pero hemos atendido también a muchas amas de casa que están cansadas y quieren tomar otro rumbo, les damos asesoría legal gratuita para que puedan divorciarse”.
El IMT tiene un cuerpo de abogados, psicólogos y trabajadoras sociales que dan atención a mujeres agredidas, y se aplican programas como Casa Violeta para prevenir y evitar que esa violencia escale. Ahí las víctimas se pueden refugiar hasta por tres días, en lo que deciden cómo restablecer su vida.
“Es muy doloroso recibir mujeres que llegan muy golpeadas, muy lastimadas físicamente y que todavía siguen pensando en denunciar o no a su agresor, decisión que se trata de comprender y respetar”, comentó Gutiérrez González.
Otra expresión de violencia que se ha visto muy marcada es la vicaria, donde muchas madres de familia sufren y callan, porque si lo hablan se vuelve un ciclo sin fin y sus parejas o ex las lastiman cada vez de la peor manera a través de sus hijos.
También están aquellas que son obligadas a alcoholizarse o drogarse junto a su compañero de vida, sumergiéndose en una peligrosa violencia cotidiana, donde terminan golpeadas y hundidas en adicciones.
La titular del IMT subrayó que durante el pasado mes, la atención se elevó al máximo en la capital del estado y Matamoros, al solicitarse orientación para pensiones alimenticias y divorcios; mientras que en toda la entidad fueron otorgadas 695 atenciones.
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SJHN