En Coahuila piden aplicar ley contra maltrato animal: sanciones

Fijan sanciones por los delitos de crueldad, entre ellas que se impondrá de dos a cuatro años de prisión y de cien a quinientos días de multa, así como el decomiso de todos los animales.

Los animales que hayan sido objeto de decomiso, podrán ser puestos bajo los cuidados de las asociaciones protectoras. | Melanie Torres
Esmeralda Sánchez
Coahuila /

Luego de las modificaciones hechas al Código Penal y la Ley de Protección y Trato Digno a los Animales para el Estado de Coahuila, ambientalistas y defensores de los derechos de los animales manifestaron su opinión sobre los alcances que puede tener la norma. 

El pasado 14 de noviembre, el Congreso de Coahuila aprobó la reforma de la denominación del Título Décimo y la denominación de su Capítulo Único, y el artículo 261, del Código Penal de Coahuila de Zaragoza, referente a los delitos contra los seres sintientes que afectan al derecho de una vida libre de violencia y los delitos de crueldad y violencia contra seres sintientes. 

La reforma dicta que “toda persona tiene la obligación de respetar a los seres sintientes vivos vertebrados, no humanos, que no constituyan plaga”. 

¿Cuáles son las sanciones por delitos de crueldad animal?

Se fijan las sanciones por los delitos de crueldad, entre ellas que se impondrá de dos a cuatro años de prisión y de cien a quinientos días multa, así como el decomiso de todos los seres sintientes que pudiera tener bajo su cuidado o resguardo, a quien realice conductas como: abandono en vía pública, en el campo o en sitios aislados, entendido como el abandono deliberado a un ser de compañía o de trabajo, privándole de agua, alimento y atención médica, o exponiéndolo a las inclemencias del clima, a los depredadores y, tras adquirir una condición feral, al eventual maltrato o exterminio por parte de los seres humanos. 

A quien azuce a un ser sintiente que tenga sujeto para el trabajo, mediante un instrumento que le provoque dolores o lesiones innecesarias; la vivisección (disección de un animal vivo) sin fines científicamente necesarios, para preservar la vida o salud humanas y la mutilación o intervención quirúrgica sin anestesia; “no será punible la mutilación que se realice para marcarlo o castrarlo, por su higiene, o por motivos de piedad”. 

Sin embargo, se tipificaron las denominadas “lesiones con fines perversos” por medio de cualquier arma, instrumento, objeto, medio o método, por venganza, odio o diversión y se estableció una modalidad agravante para los delitos de crueldad, que aumentará en una mitad los mínimos y máximos de las penas, cuando se hubiera causado al ser sintiente la pérdida o la inutilidad de un sentido, órgano o miembro principal, igual cuando muera a causa de dichas conductas. 

A quien ejecute un delito de violencia se le impondrá de dos a seis años de prisión y de mil a dos mil días multa, así como el decomiso de los objetos, instrumentos y productos del delito. 

“A quien organice, explote, financie, promueva o realice, por cuenta propia o ajena, actos de maltrato que deriven en zoofilia, pelea de seres sintientes entre sí o con ejemplares de otra especie, ya sea en un espectáculo público o privado, salvo lo exceptuado en las Leyes de Protección a los Animales”. 

Los que hayan sido objeto de decomiso, podrán ser puestos bajo los cuidados de las asociaciones protectoras debidamente registradas que lo soliciten, hasta en tanto se determine su destino legal. 

En caso de que la conducta prevista sea provocada por médico veterinario o persona relacionada con el cuidado, resguardo o comercio, además se aplicará la suspensión o inhabilitación, según sea el caso, “por un lapso de uno a cinco años del empleo, cargo, profesión, oficio, autorización, licencia, comercio o cualquier circunstancia bajo la cual hubiese cometido el delito”. 

Las mismas penas se aplicarán a los agentes del estado que teniendo conocimiento de los actos no realicen actividad para prevenirlo, salvaguardar al ser sintiente o sus restos. 

En estos delitos se considerará como parte de la reparación del daño el trabajo bajo supervisión de instituciones privadas o a cargo del estado que brinden apoyo y/o atención a seres sintientes “preferentemente de la misma especie que aquellos sobre los que recayó la conducta delictiva”. Las comisiones de Gobernación, Puntos Constitucionales y Justicia y de Igualdad determinaron lo anterior en base al análisis de diversas propuestas presentadas por las diputadas Lizbeth Ogazón Nava, del Grupo Parlamentario de Morena; Mayra Lucila Valdés González, del Partido Acción Nacional; Claudia Elvira Rodríguez Márquez, de la Fracción Parlamentaria del Partido Verde Ecologista de México; Laura Francisca Aguilar Tabares, de Morena; el ex gobernador, Miguel Ángel Riquelme Solís y el diputado Francisco Javier Cortez Gómez, también del Partido Morena.

Cuestionan cómo se aterrizará

“Qué bonita reforma y todo, muy bien pero, ¿cómo se va a aplicar o cómo vas a obligar a que se denuncie? Nosotros incluso estamos pensando en una marcha para invitar a la gente que denuncie”, indicó Brenda Zavala de la Peña, abogada litigante, perfiladora criminal y responsable del Grupo Maltus, dedicado a la atención de Husky Siberiano y Malamute, entre otros animales para rescatarlos, buscarles hogar, hacer concientización sobre la raza, evitar la comercialización y vigilar el adecuado cuidado. 

La activista resaltó que una persona que ha cometido maltrato animal, debería ser registrada para no volver a tener otro por no ser apta para ello, “ahí estaríamos hablando de una prevención, y no existe”. 

Para ella no debe dejarse abierta una reparación del daño, y más bien equipararlo a violencia familiar, lo que implicaría que no admiten la mediación ni el desistimiento de la denuncia, ya que actualmente se ve como un delito menor. 

Aceptó el beneficio de regular y prohibir los actos de mutilación con fines estéticos que “no tienen ninguna finalidad médica justificable, es mero adorno y otra vez los perritos no tienen opinión, es el dueño, ¿y quién va a denunciar?”. 

En este sentido afirmó que se documentó el caso de una veterinaria cerca del Conalep que cobraba estancia de las mascotas mientras el dueño salía a vacacionar, “los dejaban en jaulas toda la semana, sin limpiarles la pipí, la popó, sin sacarlos a caminar”. 

Destacó que la legislación en Coahuila “no previene, sanciona”, de manera que serían necesarias más campañas de los departamentos de ecología con pláticas que hicieran conciencia no sólo de la ciudadanía sino también de las mismas autoridades ya que recordó, se han visto casos de oficiales que disparan a una mascota porque aseguran haberse sentido agredidos por éste. 

“En un desalojo hace como mes y medio había una perrita totalmente maltratada tipo pittbull con laceraciones en su cráneo, en sus orejas, casi desgarrado su ojo, y le dije a la actuaria que levantara constancia y que inscribiera las condiciones, se le tomara foto y yo pondría la denuncia, ¿sabes qué me dijo? No licenciada, ya no haga drama, es un perrito y ya”. 

Aseguró que como asociación han documentado casos de veterinarias en que estudiantes practican el corte de la cola a un perro aunque la ley lo prohíba y no se presentan denuncias “porque la gente no quiere denunciar, dicen si yo pongo una denuncia no va a pasar nada”. 

Citó el caso de un perro que fue arrastrado por una persona hasta causarle la muerte en Saltillo, cuyo dueño otorgó el perdón al llegar a un acuerdo de reparación del daño “y la gente estaba indignada”. 

Subrayó que esto es muy común y al llegar a un acuerdo se provoca que el asunto no llegue a juicio y con ello la estadística oficial es que los delitos de crueldad animal han bajado “cuando no es cierto, lo que pasa es que los invitaste a que llegaran a convenio y ya no sancionaste ni al dueño”.

Los rastros

Roberto Canales, Catedrático de la Universidad Autónoma de Coahuila, explicó que la ley aprobada no puede contradecir la federal que ya regula lo relativo al ganado, además de que ya se tiene en el estado la ley ganadera, que determina el sacrificio sin estrés en estos animales criados para consumo humano:

 “Eso ya está regulado por otras leyes, el problema está en actividades como las corridas de toros que ya están prohibidas en Coahuila, y el rodeo, que aún mantiene una omisión: porque bien o mal espolean a los animales, los caballos y los toros, hay cierta violencia pero no está cuestionada porque hay omisiones, a lo mejor voluntaria o involuntariamente de los diputados”. 

En cuanto al sacrificio de animales en los rastros municipales como Saltillo, se hacen “bajo una técnica de quitarle lo sensible al animal, los descabellan y luego los degüellan, al final cuando lo están degüellando el animal está insensible”, pero hay municipios que no tienen los medios para aplicar estas tecnologías y evitar estrés en la matanza, “eso sería una responsabilidad expresa de los municipios”. 

Coincidió con Zavala de la Peña en que no solamente se trata de emitir una ley “sino de quién la va a aplicar, quién le va a dar seguimiento, el estado no tiene el personal suficiente como para estar vigilando todos los rastros, a lo mejor la federación si porque SENASICA (Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Salud Animal) certifica los procesos de matanza y el estado de salud ya que pueden llegar animales que tengan alguna enfermedad que ponga en riesgo la salud humana”. 

Sobre el herraje, que literalmente se quema al ganado con un hierro ardiente para identificarlo, el docente señaló que todos estos aspectos ya son regulados por una ley federal “no es violencia, no es maltrato, es una práctica agropecuaria que se faculta al productor por ley para aplicar el fierro de herrar para demostrar la propiedad de los semovientes”.

Osos son seres sintientes

Entre los animales sintientes que se protegen están los osos, ya que se debe tener en cuenta que la relación con el humano ya existe y continuará pues el número va en aumento, por lo que para Sergio Marines Gómez, Director de Profauna, es necesario que la autoridad dé a conocer de forma efectiva esta nueva ley a la sociedad. 

“Es importante que la ciudadanía no necesite de una ley y que comprenda que la convivencia con el oso negro ya es una realidad y tenemos que dejar que la gente que está preparada haga su trabajo”. 

Entre las acciones que no se deben realizar está entregarles alimento o tratar de capturarlos ya que con ello al no saber cómo manejar al animal es posible que se le lastime “no les demos de comer y con eso estamos contribuyendo para conservar al animal”. 

Afirmó que se ha avanzado en las áreas protegidas voluntarias con más de 30 pero como ciudadanos debemos mantener los espacios, “los osos bajan porque tenemos más que hace 15 años, la ciudad está más cerca de donde habitan y si a esto le sumamos los incendios forestales estamos acorralando a la especie y va a tener que buscar un medio de alimento”.

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