En México, la tos ferina continúa representando un problema de salud pública que requiere monitoreo constante. A lo largo del año, las autoridades sanitarias registran los casos reportados en cada entidad federativa a través del Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud, permitiéndonos tener un seguimiento semanal de la enfermedad.
En la semana 9 de 2025, que comprende del 23 de febrero al 1 de marzo, los registros muestran que se han acumulado un total de 288 casos en todo el país, con 136 hombres y 152 mujeres afectados.
Para dimensionar el avance de la enfermedad, es importante considerar que la semana 52 de 2024 cerró con un total de 443 casos acumulados.
Con apenas nueve semanas transcurridas de 2025, la tendencia sugiere una posible alza en la incidencia de esta enfermedad respiratoria, que afecta especialmente a los menores de edad y puede provocar complicaciones graves, e incluso la muerte, en bebés y niños pequeños.
¿Cómo avanza la tos ferina en México?
La Ciudad de México es la entidad con mayor número de casos acumulados en el país, con 46 infecciones reportadas (21 en hombres y 25 en mujeres), convirtiéndose en la zona con la mayor concentración de contagios.
Otros estados con un alto número de casos incluyen:
- Nuevo León: 34 casos (18 en hombres y 16 en mujeres)
- Chihuahua: 24 casos (12 en hombres y 12 en mujeres)
- Jalisco: 23 casos (8 en hombres y 15 en mujeres)
- Estado de México: 23 casos (10 en hombres y 13 en mujeres)
En contraste, algunos estados han reportado una incidencia menor, como Campeche, Quintana Roo y Tamaulipas, con menos de cinco casos acumulados cada uno.
Mapa de la tos ferina en México
El informe epidemiológico muestra que la enfermedad se ha distribuido en gran parte del país, con casos confirmados en al menos 25 de las 32 entidades federativas.
Sin embargo, algunas regiones han logrado mantener bajos niveles de contagio o no han reportado casos nuevos en la semana más reciente.
¿Qué es la tos ferina y cómo protegerse?
La tos ferina se transmite a través del contacto con secreciones respiratorias de personas infectadas, lo que facilita su rápida propagación en comunidades densamente pobladas.
Sus primeros síntomas suelen confundirse con los de un resfriado común, incluyendo fiebre leve, secreción nasal y tos.
Sin embargo, a medida que avanza la enfermedad, la tos se vuelve severa y persistente, pudiendo generar dificultad respiratoria y ataques prolongados que pueden durar hasta 10 semanas.
Los bebés menores de un año corren el mayor riesgo de complicaciones, como neumonía, convulsiones y daño cerebral.
En los casos más graves, la enfermedad puede ser letal.
Para prevenir la tos ferina, las autoridades sanitarias recomiendan la vacunación temprana. En México, la vacuna pentavalente acelular protege contra la enfermedad y se aplica en cuatro dosis a los 2, 4, 6 y 18 meses de edad, con un refuerzo adicional a los 4 años mediante la vacuna DPT.
¿Cuál es el tratamiento de la tos ferina?
El tratamiento de la tos ferina consiste en la administración de antibióticos, como eritromicina, para reducir la propagación de la enfermedad.
Sin embargo, estos son más efectivos cuando se administran en las primeras fases de la infección. En casos graves, los pacientes pueden requerir hospitalización, oxigenoterapia o administración de líquidos intravenosos.
Las autoridades de salud exhortan a la población a acudir a revisión médica ante cualquier síntoma sospechoso y a reforzar las medidas de prevención, como el lavado frecuente de manos, el uso de cubrebocas y evitar el contacto con personas enfermas.
Con el aumento de casos en las primeras semanas del año, se mantiene la alerta epidemiológica en varias entidades del país.
La vacunación oportuna y la detección temprana continúan siendo las principales estrategias para contener la propagación de la enfermedad y evitar complicaciones graves en la población más vulnerable.
MO