El 11 de diciembre se reportó por primera vez la desaparición de Luisa Fernanda García Villegas, una joven de 28 años que vivía en Costa Azul, un fraccionamiento de Acapulco, Guerrero. Tras 11 días sin ser localizada, fue hallada muerta en Izúcar de Matamoros, Puebla.
Pese a no compartir información personal en sus redes sociales, sí subía fotografías de sus viajes, amigos, comidas y perros. Sus amigos, colegas, conocidos y familiares la recuerdan como una mujer "muy linda, y de corazón enorme".
De acuerdo con su ficha de búsqueda, ella era de tez morena, complexión delgada, ojos cafés y un cabello lacio que tenía hasta los hombros. Nació el 24 de noviembre de 1995, y tenía dos tatuajes, uno de una 'M' en el hombro izquierdo, y el segundo en el brazo izquierdo a la altura del antebrazo con un nombre en árabe.
Medía 1.55 metros, y fue vista por última vez en la colonia Costazul, a las 10:00 horas en Acapulco. Vistiendo un short azul y una blusa verde.
Luisa Fernanda era una asesora inmobiliaria que trabajaba en los bienes raíces de Guerrero. Laboró con diferentes empresas de constructoras y decoradoras de interiores, como Maroa, Mare, Capri, Ocean One y Azur. Incluso tenía una cuenta de Instagram profesional donde compartía sus trabajos y mostraba un lado más profesional.
Por otra parte, Luisa mantenía su vida privada en las redes sociales, donde ni si quiera compartía las publicaciones que le gustaban, solamente las utilizaba para subir fotos de sus viajes, de los perritos que tenía, y de ella con sus amigos.
Su última publicación, que subió a su Instagram hace dos semanas, es una fotografía de ella frente a un espejo delante de unas escaleras blancas, que hacen juego con su vestimenta. Su teléfono, con carcasa amarilla, tomaría una de las últimas evidencias en las redes de ella aún con vida.
Además, tenía todo un apartado donde compartía sus viajes en diferentes lugares, como una panorámica en Galicia, España; otra donde estaba en Laguna de Coyuca, a unos minutos del puerto de Acapulco; una más desde las alturas de Guarda Pontevedra, también España; además de una con su hermana en Cuernavaca.
Luisa Fernanda tenía una hermana, una mujer de cabello chino que compartió una última publicación haciendo referencia a su familiar desaparecida con un mensaje contundente.
"Ya todo terminó, muchas gracias por todo a todos. No encontré a mi hermana como esperaba. Te amo para siempre, Luisa. Descansa en paz, amor de mi vida", compartió en un perfil donde la mayoría de las publicaciones son fichas de búsqueda y boletines de localización, todas con su hermana en la foto principal.
A Fernanda García también le gustaban los animales, tiene toda una sección donde compartía videos y fotos de perros de todos los tamaños y colores, en algunos se ve su cercanía con algunos, probablemente sus mascotas.
Un perro blanco, un café, un negro y uno gris, los pequeños perritos que compartían su vida con Fernanda, y quienes desde pequeños estuvieron con ella acompañándola.
"Cada beso tuyo lo recuerdo como ayer, y duele no volverte a ver. Te extrañaré, mi chiquito", dice una de las fotos con una caja, posiblemente donde lleva las cenizas de uno de sus 'hijos'.
Además de los viajes y los perritos, a Fernanda García también le gustaba la comida, hecho que también compartió en las redes sociales.
Hamburguesas, tortas, papas a la francesa, sushi, panqueques, cortes de carne, ensaladas, ostiones, donas de chocolate, frutas, pescados, pasteles y tacos. Luisa Fernanda García disfrutaba de compartir su día a día, mostrando su gusto por la gastronomía.
Pese a ello, Fernanda era una mujer que se ejercitaba, contrataba instructores físicos e iba constantemente al gimnasio o se mantenía en movimiento. Le gustaba mantenerse en forma.
A Fernanda García la asesinaron y su cuerpo fue localizado en Puebla, mantenía más de cuatro mil 500 seguidores en Facebook y más de 20 mil en Instagram.
Su familia y sus amigos acusan a su ex pareja, Salvador 'N' de ser el presunto responsable de su destino, y quien ahora se encuentra prófugo, sin explicación de su paradero.
MO