Claudia Mijangos salió hoy del penal de Tepepan, tras cumplir su sentencia de 30 años por asesinar a sus hijos en 1989, por lo que fue apodada La Hiena de Querétaro.
- Te recomendamos Liberan a 'La Hiena de Querétaro', la mujer que mató a sus tres hijos Policía
La Hiena de Querétaro nació en Mazatlán, Sinaloa, en 1956 en una familia con problemas de unión; tres de sus hermanos sufrieron padecimientos psicomotrices y sus dos hermanas se divorciaron tras matrimonios fallidos.
Sin embargo, los problemas familiares no le impidieron desarrollarse; estudió Comercio y fue coronada reina de belleza en Mazatlán.
Tiempo después se casó con Alfredo Castaños, tuvieron tres hijos y después de la muerte de sus padres, se mudaron a Querétaro, donde abrió una tienda de ropa.
Mijangos se identificaba como una mujer católica, por lo que comenzó a dar clases de catecismo en una iglesia de Querétaro, donde conoció al padre Ramón, de quien se enamoró.
¿Qué sucedió en 1989?
El 24 de abril de 1989, Claudia Mijangos asesinó a sus hijos Claudia María, de 11 años; Ana Belén, de 9 años; y Alfredo, de 6 años; en su casa ubicada en el número 408 de la calle Hacienda del Vegil, colonia Jardines de la Hacienda.
- Te recomendamos Tras identificar el cuerpo de su hijo, mujer intenta suicidarse en Cd. Juárez Estados
La mujer fue detenida por autoridades y en su primera declaración acusó que el padre Ramón de manipular su mente, de haber ocasionado su divorcio y de ordenarle que matara a sus hijos.
Sin embargo, después reconoció haber matado a sus hijos y tras su declaración, se le realizaron estudios clínicos que arrojaron que padece epilepsia del lóbulo temporal, acompañado de una perturbación de la personalidad tipo paranoide.
¿Qué sucedió con ella tras su detención?
Luego de ser detenida, Claudia fue trasladada al penal de San José el Alto, en la capital de Querétaro, donde fue sentenciada a 30 años de prisión por el asesinato de sus hijos.
Tras ser diagnosticada, fue trasladada al área psiquiátrica del reclusorio de Tepepan, en la Ciudad de México, el 10 de septiembre de 1991.
Familiares de la mujer acusaron que el penal no tenía mantenimiento y que estaba en condiciones de abandono.
Hoy, luego de 30 años, Claudia obtuvo su libertad, pero deberá ser sometida a pruebas clínicas que determinarán su estado de salud mental y establecer si podría enfrentar su libertad, la cual solo llegaría si un familiar se compromete a hacerse cargo de ella, pues estaría medicada de por vida.
En tanto, el padre Ramón fue enviado a España por la Iglesia tras el asesinato y aunque la mujer señalaba que él le correspondía su amor, nunca habló al respecto y hasta la fecha, poco o nada se sabe sobre él.
RLO