En medio de la Guerra de Corea en octubre de 1950, en los diarios nacionales y por supuesto en los de La Laguna, hacía eco una noticia de la que La Opinión daba fe y registro, un joven que viajó colgado de la cola de un avión, un espigado y callado tractorista de 19 años de edad de nombre Cliserio Reyes Guerrero.
La noticia recorrió el mundo, “La increíble aventura de un joven lagunero”, se leía en los titulares, “Famoso polizón” era el pie de la foto del protagonista de esta historia, quien se aferró al cola de un avión de LAMSA que a las 22:00 horas partió de Torreón y tenía como destino la capital del País, aunque el viaje se tuvo que cancelar a los 50 minutos al darse cuenta Jorge Guzmán, el capitán de la aeronave, a regresar a La Laguna cuando se percató del peso que llevaba.
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Una hazaña, fue como se calificó esta acción de Reyes Guerrero, pues su deseo de viajar en avión se antepuso a las adversidades propias de un vuelo, como la velocidad, pues la aeronave alcanzó los 285 kilómetros por hora, además de las temperaturas gélidas que se alcanzan a los 5 mil metros de altura.
Sin embargo, no todo fue bueno para el joven, pues lo que para él cumplir su sueño de volar, fue una falta para el mundo de la aviación, ya que fue detenido y remitido a la cárcel municipal luego de bajarse de la aeronave.
Arresto del 'polizón'
De acuerdo al seguimiento del hecho, el 12 de octubre, el joven que laboraba como tractorista en Francisco I. Madero, Coahuila, que a raíz de su hazaña se volvió famoso, fue acusado por la empresa LAMSA por interrumpir el vuelo y poner en riesgo a los pasajeros, causar la interrupción del itinerario, además de ser consignado al juzgado de distrito para el proceso legal, pues esto era penado por la ley de vías Generales de Comunicación.
"Cliserio Reyes Guerrero, internado en la cárcel, se introdujo furtivamente en el campo, aprovechando la oscuridad y seguramente brincando la cerca de alambre en forma tal de no ser visto", se lee en la publicación.
También se abunda en los hechos, precisando que Reyes subió al estabilizador horizontal derecho, con unos lentes y una gorra adecuados para volar, sin que alguien se diera cuenta sino hasta que el capitán de la aeronave decidiera regresar a La Laguna ante el peligro que significaba la vibración que sintió en los pedales del timón, que al principio no consideró relevante.
Así, el joven relató siempre quiso realizar las maniobras que veía en el cielo, además de afirmar que no sintió miedo de volar, realizando por primera vez algo así, provocando que los peritos quedaran sin palabras ante la naturaleza del hecho. También se hace mención que de manera extraoficial los representantes de LAMSA reconocieron la hazaña, sin embargo, se creía necesario un castigo para evitar que otros jóvenes corrieran el riesgo al intentar imitar al Cliserio.
"Cliserio debe ser puesto en libertad", era lo que se leía el 14 de octubre, misma publicación en la que se consultó a abogados, quienes dijeron que no existía delito penal en el acto del joven, asimismo, era aplicable una sanción mencionada en la Ley General de Vías de Comunicación, que ascendía a 5 mil pesos de la época.
También se refiere que solo se le podía acusar de interrupción de vuelo, además de que no se le podía aplicar ninguna pena corporal, por lo que debía ser sujeto a proceso y acreedor a la multa.
Libertad y el camino a ser piloto
Con todo el revuelo que causó el haberse colgado de la cola de un avión y volar por alrededor de una hora, aunado a las consecuencias legales que esto implica, al joven originario de la comunidad de Florencia, en Madero, Coahuila, le empezaba a cambiar la suerte.
A través de un aviso en las páginas de La Opinión, un grupo de laguneros dirigieron un mensaje al general coahuilense Antonio Cárdenas, jefe de la Fuerza Aérea Mexicana, para que usara su influencia para que el joven pudiera convertirse en piloto aviador.
Reyes quedó en libertad tras 16 horas detenido y presentarse ante el juez y dio su versión de los hechos, mismos que coincidieron con la del Ministerio Público y pagar la multa correspondiente, pues además, LAMSA no presentó cargos contra el joven de 19 años de edad.
Fue tal el alcance mediático que tuvo el aspirante a aviador lagunero, que se le realizó una entrevista radiofónica e incluso se invitaba a la gente a acudir a conocerlo en persona, así pasaba de ser un hecho curioso e incluso imprudente a tratarse casi de una celebridad.
Contrario a lo que se pudiera imaginar, durante una entrevista realizada de forma radiofónica, la empresa de aviación ayudó a Cliserio a ir concretando su sueño al concederle viajar a todos los destinos a los que llegaban sus líneas aéreas.
El 'plizón' Reyes fue instruido como piloto por el aviador Miguel Carranza al tener sus primeros vuelos, cruzando los cielos laguneros desde el poblado Florencia, regresando a Torreón y demostrando sus aptitudes. Siendo una empresa de fumigaciones aéreas la que se ofreció a enseñar a Cliserio a surcar los cielos sin costo para el joven, además de ofrecerle trabajo como piloto, esta oferta fue también presentada ante un notario público.
EGO