Recolecta basura para sacar adelante a sus 5 hijos

María Guadalupe se dedica a la pepena desde los 14 años. Desde que se suscitó el incendio en el relleno sanitario su ingreso se ha visto afectado y ante la concesión podría perderlo.

Mencionó que incluso se ha enfermado debido a la pepena.
Isis Rábago
Lerdo, Durango /

Luego de que tuvo que prescindir de al menos cien pesos que obtenía diariamente por ir a pepenar al relleno sanitario, lo cual aprendió de su madre y lo hacía desde que tenía 14 años, María Guadalupe Rubio González, ahora debe sacar adelante a sus cinco hijos menores con un ingreso semanal de entre 700 a 800 pesos que obtiene su esposo “si bien le va en la obra”.

Desde que se suscitó el incendio en el tiradero, los pepenadores tuvieron conflictos debido a que les prohibieron el paso además de que bajó la cantidad del material que reunían para vender.

Bryan Alexander de 8, Kevin Armando de 11, Jesús Jovany de 13 y Perla Citlali de 14 años, son sus hijos y por quienes aumenta su preocupación diariamente debido a que muy a penas obtiene para cubrir sus necesidades básicas.

En una casa rosa, ubicada en la calle Sonora de la colonia San Fernando, vive María Guadalupe con sus hijos menores, así como con su marido que trabaja en la obra y es la única fuente de ingresos que existe.

“Pero a veces no le sale ningún trabajo y nos quedamos sin nada”, manifestó.

La historia de María Guadalupe es como la de muchas mujeres pepenadoras que se quedaron sin este ingreso debido a que les prohibieron la entrada después del siniestro y aunque sea cien pesos que obtenían por una jornada larga de trabajo, ahora son muy necesarios, principalmente ante la familia tan numerosa por la que tiene que ver.

Pese a que la actividad de la pepena en el tiradero, le trajo como consecuencia complicaciones en la salud, pues se le diagnosticó tifoidea, así como a su hijo menor Hepatitis A, para la familia representaba al menos la seguridad de tener para comer ese día.

Recordó que durante la enfermedad de su hijo el año pasado, fue un tiempo muy complicado, por lo cual también tuvo que dejar la actividad, para dedicarse a cuidarlo y también fue un periodo de mayores carencias para la familia.

Desde hace siete años tiene ese domicilio y por el momento está en proceso de arreglar las escrituras, esto con la finalidad de poder acceder a programas municipales, como el piso firme, para mejorar sus condiciones, pero por el momento tendrán que continuar viviendo sobre la tierra y otras carencias.

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