En abril de 2017, alrededor de 11 familias fueron expulsadas de sus domicilios en la localidad de San Martín, en el municipio de Jiquipilas, Chiapas, por un grupo de integrantes de la organización social Movimiento Campesino Regional Independiente (MOCRI), que invadieron sus tierras con violencia y los desterraron.
Ahora, tres años después y con las tierras recuperadas, comienzan a reconstruir sus viviendas, que fueron destruidas por los invasores.
José Cruz Gómez, habitante de la localidad narró a MILENIO, que en abril del 2017 arribaron los los integrantes de esta organización social para expulsarlos de sus tierras; les quitaron sus viviendas, sus animales de traspatio y el ganado que tenían en la localidad.
Ante la violencia de la que fueron objetos por los integrantes de esta organización social decidieron dejar todo atrás y refugiarse en otros municipios, y solicitaron al gobierno estatal que fueran restablecidas sus tierras.
Antony Gómez Espinoza, otro de los comuneros de San Martín, narró que tuvo que salir de su comunidad junto a su familia para evitar ser heridos o asesinados.
"Me robaron todas mis cosas, destruyeron mi vivienda, me robaron todo lo que tenía ahí, mis animales, diciendo que ellos eran los dueños de todas estas tierras, pero no es así", explica Antony.
Recuerda que tuvieron que salir de sus comunidades debido a que los integrantes de esta organización social llegaron armados y con lujo de violencia los expulsaron de su localidad. Tuvo que refugiarse en casa de unos primos en el municipio de Ocozocoautla.
Tuvieron que pasar cerca de 3 años para que posteriormente autoridades del gobierno estatal lograran restituir sus tierras a sus legítimos dueños y de esta forma poder tomar posesión.
El 25 de abril del 2019, elementos de la Fiscalía General del Estado de Chiapas realizaron un operativo para expulsar a los invasores y restituir las tierras a sus legítimos dueños. Fueron 326 hectáreas recuperadas que lograron entregarse a sus dueños.
Sin embargo al regresar a estos lugares el panorama era desolador, ya que todo lo que habían construido por años fue hallado totalmente en cenizas.
" Cuando me fui el rancho muy bonito con madera,cuando regresé encontré nada más cenizas, troncos de árboles y nido de tuzas, sangre de vaca, restos de vacas, mataban vacas, eso fue lo que encontré", Narra Antony.
Ante esta situación, no pudieron regresar totalmente a sus viviendas, por lo cual decidieron quedarse en localidades cercanas con familiares que pudieran darles un asilo.
En julio de este año, autoridades del municipio de Jiquipilas decidieron implementar un proyecto de construcción de viviendas, para las personas afectadas que quedaron prácticamente en la calle sin techo.
"Después de la restitución de sus tierras, estamos construyendo sus casitas o ranchitos que tenían, son gente que viven en sus ranchos y trabajan sus tierras, estamos tratando de volver a reactivar sus actividades", afirmó Carlos Manuel Calvo Martínez, alcalde de Jiquipilas.
Estás reconstrucción consisten viviendas con dos cuartos, una sala comedor y techo de lamina, con los servicios básicos de agua, luz y fosa séptica, para que vivan las familias que fueron despojadas. Además, a cada familia se le otorgó un par de becerros y aves de traspatio para autosustentabilidad de estas familias.
Este proyecto de apoyo a las familias despojadas por organizaciones sociales es el primero en todo el estado de Chiapas, en la que se pretende replicar esta misma situación en toda la entidad para el bienestar de las familias.
La Fiscalía de Chiapas ha informado que ha logrado recuperar 5 mil 238 hectáreas de terreno invadidas por organizaciones sociales, y ha puesto a disposición de la autoridad judicial a 180 personas involucradas en la invasión de estas propiedades.
RLO