Se pide ser positivo y realizar trabajo en equipo. Se aboga por el manejo del estrés laboral de los docentes, así como entre los alumnos y las madres de familia. Pero se visualizan permutas de los maestros que se enfrentarán a dar clases virtuales sin conocer a los alumnos en tanto se registran las nuevas inscripciones de los niños de colegios a las escuelas públicas. No se descarta del escenario la deserción escolar.
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Ni la invasión a la intimidad de las familias al exigir fotografías y videos de los alumnos como evidencias escolares, sin que se apliquen al momento protocolos de ciberseguridad. No obstante se dice que el tema no es lo que hace el gobierno sino la corresponsabilidad.
El tema de la educación formal en medio de la crisis sanitaria que deja el covid-19 es multifactorial y más allá del distanciamiento social que aleja a los estudiantes de las aulas, en el debate persisten las cuotas escolares disfrazadas de aportaciones voluntarias en las escuelas públicas y la insolidaridad en algunas privadas que no bajaron los costes de las colegiaturas mientras la falta de herramientas tecnológicas o pedagógicas son reales entre la mayoría de los padres.
Este lunes inician las clases a distancia y la ausencia de los niños en los planteles deberá ser aprovechada por el Gobierno del Estado para reparar 37 escuelas que durante el periodo vacacional fueron asaltadas en la Laguna de Coahuila, algunas totalmente desmanteladas.
Datos oficiales
La información estadística de la Secretaría de Educación para el ciclo escolar 2017-2018 refiere a Coahuila como una entidad de menor rezago en la cobertura de servicios básicos de educación.
En el ciclo de referencia (el anterior inmediato aún no arroja sus datos) y en todos los niveles, se afirmó fueron atendidos 1 millón 042 mil 402 alumnos, cifra que representa el 34.41 por ciento del total de población (3 millones 029 mil 740 habitantes), de acuerdo al Consejo Nacional de Población. También se contaba con 52 mil 506 maestras y maestros en 6 mil 439 escuelas públicas estatales, federales, federalizadas y autónomas, así como en las privadas.
La población estimada en edad de cero a 23 años era de 1 millón 291 mil 993 habitantes, de los cuales se atendió al 80.68 por ciento en algún servicio ofrecido por el sistema educativo coahuilense.
Flor Estela Rentería Medina, coordinadora de Servicios Educativos en la Región Laguna, asegura que todos los actores tienen un gran compromiso para el ciclo 2020-2021 pues arrancará en modo virtual, y los padres deben mostrar una actitud positiva para formar valores de disciplina, de respeto y de organización.
“Yo les pediría a los padres de familia que preparen con días previos al arranque un espacio en su casa: un lugarcito, un rinconcito en la cocina, en la sala, en el patio, en donde pueda, y que también ellos pongan un cartel que diga: ‘Bienvenido hijo al ciclo escolar 20-21’ porque ellos van a ser factores importantísimos para el desempeño y el desarrollo de todas las actividades que estarán coordinadas con los maestros”.
Salud emocional
Por la parte docente aseguró que desde el 17 de julio los maestros están capacitándose y los directores reciben los libros de texto para hacerlos llegar a los padres. La idea es ofrecer el mejor panorama ante la contingencia sanitaria.
“La sugerencia es que el maestro que atendió el ciclo escolar pasado, lo atienda en este ciclo escolar porque él conocería sobre todo quienes sí han estado en comunicación, quienes han continuado con el desarrollo de las actividades, y quien se quedó un poquito más atrás y requiere mayor atención”, dijo Rentería Medina que acotó, serían sólo los primeros grados los que tengan un nuevo maestro.
En cuanto a la salud emocional, explicó que el tema se aborda en el Consejo Técnico puesto que los trabajadores de la educación amplían sus jornadas laborales al ayudar a los padres. El temor o el estrés son factores reales en los maestros y su salud debe considerarse porque deben desarrollar habilidades en los alumnos.
“Todos estamos con muchas dudas pero lo primero que tenemos que hacer es tranquilizarnos, ver el contexto y cada problemática para ver cómo podemos resolverla; tenemos que hacer una planeación de trabajo, ver los recursos que tenemos porque cada maestro tiene un contexto diferente con los alumnos. Es complejo el contexto por eso creo que los padres también tendrán que cuidar el aspecto emocional de ellos y sus hijos”.
Las cuotas escolares es un rubro que genera controversia, más ahora que los alumnos no acudirán a los planteles. Pero Rentería apuntó que éstas son decisión de las sociedades de padres de familia, y que con el dinero recaudado, durante el tiempo que dure la pandemia, se les dará mantenimiento a las escuelas, atendiendo los protocolos sanitarios.
El padre que se niegue a aportar debe saber sin embargo, que de ninguna forma se puede condicionar el lugar de su hijo, la entrega de libros de texto, o excluirlo de algún grupo de WhatsApp. Si los tutores no pueden aportar dinero, acotó, pueden dar su trabajo.
“Yo hago un llamado a los padres de familia a trabajar de manera coordinada con los directivos, y también a analizar las necesidades de la escuela para resolver el mantenimiento a las cisternas, a la maleza que ha crecido, a los portones que se han caído, a pintar porque se ha vandalizado en estos cinco meses, y que preparemos condiciones para que en el momento en que la contingencia sanitaria nos permita regresar, podamos hacerlo con la seguridad de que estuvimos atendiendo ese renglón”.
Para la funcionaria el tema de hoy, dice, es que todos son corresponsables en el mantenimiento de las escuelas porque aunque tienen décadas de ser aplicadas, el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, anunció un presupuesto para que las cuotas voluntarias desaparecieran.
“Sólo ha quedado en el discurso, no ha llegado nada de presupuesto en ese rubro para el mantenimiento de las escuelas por lo que, los padres de familia organizados en las sociedades de padres y el consejo escolar de participación social, buscan la forma de coadyuvar al mantenimiento entre todos, pero no puede ser motivo para condicionar el servicio”, concluyó.
Testimonios
Alejandra es madre de dos niños que estudian en primaria federal y asegura que el seguimiento virtual se complica debido a que no cuenta con internet en casa. Aunque ahora las clases serán en televisión abierta, deberá darse tiempo para atender a sus hijos sola pues su esposo trabaja todo el día. Su oficio es el de albañil.
“Ojalá y sea mejor porque uno que no tiene internet batalla mucho, es más difícil con todas las tareas. Uno va a segundo y otro a sexto y son diferentes los contenidos. Tengo que darme tiempo para cada uno y me gustaría que las clases fueran en presencia porque así no sé si está bien el trabajo que hacen, no sé si están mal o bien”.
A Alejandra no la han citado aún a la junta de padres de familia, ni le han entregado los libros de texto. Sobre los útiles espera poder reciclar algunos materiales. Sin embargo, ya le informaron que los maestros que tenían a cargo los grupos de sus hijos no les darán seguimiento, un profesor incluso fue cambiado de plantel, por lo cual todo todo será nuevo para sus hijos.
"En cuanto a prepararme, más o menos estoy en eso”
Guadalupe es mamá de un menor que pasó a tercer año de preescolar y estudia en un colegio. Desde el ciclo anterior la directiva apoyó a los padres eliminando algunos gastos en el que se incluye la compra de uniformes.
“En el colegio como que fueron muy benevolentes y nos eliminaron la lista de útiles obviamente, nos descontaron de los libros un buen y el mío tiene beca pero adicional desde el semestre pasado, desde que fue en línea, hay 15 por ciento de descuento en el colegio, eso en cuanto a los beneficios. En cuanto a prepararme, más o menos estoy en eso”.
Siendo profesionista, dijo que la atención de las clases será compartida con el padre y los abuelos cuando ella deba atender su trabajo pues se vive un tiempo de incertidumbre donde no se puede poner en riesgo la eficiencia laboral. Ella en la pandemia preparó una oficina en casa que ahora compartirá con su pequeño.
RCM