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El regreso a clases bajo una nueva realidad de más de 800 mil alumnos en Tamaulipas; afectará a un estimado de 4 mil concesionarios del transporte escolar en la entidad, quienes para paliar la crisis económica han buscado otras alternativas de trabajo y con ello salir adelante.
En el caso de la zona sur son 410 choferes que aprovechando el poco ahorro que les queda, han decidido invertir en un negocio en la venta de artículos que tienen que ver con el cuidado de contraer coronavirus y otros giros.
Héctor Maldonado Aquino, representante del gremio en Tampico y Ciudad Madero, detalló que por lo menos 123 compañeros en estos momentos se encuentran dedicándose a otra actividad -venta de comida, venta de artículos como cubrebocas, sanitizante, entre otras cosas-.
“Mucha gente está vendiendo comidas los fines de semana, vende carnitas; además artículos de moda, oxímetros, termómetros; otros se dedican a cuidar a los sobrinos y les pagan 250 el día”,comentó.
MUEREN EN ESPERA DEL REGRESO A TRABAJAR
En la espera de volver a sus actividades, son dos los compañeros del transporte escolar los que han fallecido, siendo víctima de este mortal virus que está acabando con la vida de las personas, mientras esperan esa luz verde para poder salir, aunque son conscientes que nada será igual, refiere Héctor Maldonado Aquino, dirigente del gremio.
Refiere que han intentado buscar otras alternativas para seguir prestando el servicio a otras empresas, tras el paro del transporte público; sin embargo, no les fue permitido.
Solo pudo resguardarse hasta el 30 de abril, de lo contrario de qué vivirían: Victor Alfredo
Victor Alfredo, concesionario del transporte escolar, menciona que después de permanecer mes y medio en casa, siguiendo las recomendaciones de las autoridades de salud, tuvo que pensar qué hacer, porque no podía quedarse más tiempo, esperando a ver cuándo se levantaba la contingencia.
Refiere que junto con su esposa decidieron comenzar a vender chorizo, queso y huevo que traen desde Ozuluama y llevan a domicilio, sus principales clientes fueron los padres de familia a quienes les prestaban el servicio.
“Fue una manera de ayudarnos y que teníamos que hacer pese a que sabíamos que había que permanecer en casa; porque al final los gastos siguen (agua, luz, teléfono) y si no qué íbamos a comer”, indicó.
Lleva tres meses vendiendo estos productos, que han ayudado a seguir adelante, mientras regresan a la actividad, aunque son conscientes de que no será nada igual, pues de acuerdo a las recomendaciones, el cupo de cada combi tendrá que disminuir para cumplir con el protocolo de sana distancia.
También habrá que adquirir otros insumos y posiblemente el negocio ya no sea rentable, pues debido a que tienen que cumplir con varios requisitos, también tendrán que aumentar los costos, indica.
Aún no saben cual es el futuro que tendrán y mientras tanto, lanza el mensaje:
"siempre hay una manera de salir adelante, con trabajo y echándole ganas, por ello les digo, no podemos darnos por vencidos, siempre hay una opción para continuar”.
LNPR