En apenas la primer semana de enero, el ir y venir de pignorantes en el Monte de Piedad de Torreón es constante. Pantallas, joyería, guitarras eléctricas, consolas de sonido.
Josefina mejor conocida como la "Güera", tiene 16 años en la esquina de Matamoros y Juan Antonio de la Fuente, vendiendo gorditas de maíz en esa zona centro de Torreón, justo en la esquina de donde se ubica el Montepío.
Ella ha visto familias que como ella dice, toman la decisión de “ remediar los males con bienes” recurriendo al tradicional empeño de inicio de año.
“He visto pasar familias completas que han venido a empeñar desde pantallas, máquinas de coser, estufas, estéreos, lavadoras, secadoras, ventiladores, aparatos de aire, joyas a discreción, aunque lo que más empeñan son las pantallas, es lo que está de moda, lo que Dios les dé a entender, ya que la necesidad es mucha”, comentó mientras calentaba unas gorditas de requesón y papas verdes de maíz.
Josefina tiene ya 16 años con su puesto instalado sobre la Juan Antonio de la Fuente, según recuerda, primero fue empleada hasta que al paso de los años, tomó las riendas de este negocio que le ha permitido llevar el sustento a su hogar.
La mayoría de sus clientes son trabajadores o pignorantes de el Nacional Monte de Piedad o de bazares localizados en ese sector.
COMENZAR EL 2020
La familia González llegó en grupo el interior de la sala de empeño del Nacional Monte de Piedad. El personaje principal, una enorme pantalla aún en caja recién adquirida durante El Buen Fin.
“Todo por un contratiempo de la familia”, se limitaron a decir.
Por su parte “Jorge”, todos los días sale con su taxi a recorrer las calles de la ciudad en busca de la clientela y confiesa: “Tuve un apuro económico, la verdad me las vi negras económicamente y tuve que ir al Monte de Piedad, todos sabemos dónde queda”.
Su situación es complicada, hace años empeñó las joyas pertenecientes que amablemente su suegra le prestó para salir de ese apuro, y aunque no las ha perdido, se la ha pasado pagando refrendos.
“Primero Dios este año que se me venga una buena rachita, las saco de una por una, pobre de mi suegra, ha de pensar que ya las perdí, pero no”.
SIN ESTABILIDAD
La Asociación Nacional de Casas de Empeño (ANACE) explica que en México un alto porcentaje de la población económicamente activa (PEA) no tiene acceso a créditos bancarios, pero sí tiene necesidades concretas de financiamiento, de ahí que el crédito prendario se convierta en una opción más en el mercado financiero.
¿Cuántas hay? De acuerdo con datos del Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), existen más de nueve mil Montepíos y Casas de empeño en todo el país, aunque la página de la Profeco tiene un registro de 7 mil 674 establecimientos dedicados al empeño en todo el país.