De forma clandestina, un brazo del río Atoyac es utilizado como tiradero de escombro y pedacería, cuya contaminación por el movimiento que también causan las descargas provoca enfermedades respiratorias y daños estructurales en viviendas de la colonia Rinconada, denunciaron vecinos.
En entrevista para MILENIO Puebla, los residentes de la zona ubicada al Sur-Poniente de la ciudad, quienes prefirieron el anonimato, detallaron que han contabilizado en un día hasta 40 camiones que descargan sus desechos en esta parte del río y que cobran por este servicio desde 450 hasta mil pesos.
"Empezaron con el tiro de escombro desde 2019. Al principio sí eran bastantes camiones, eran alrededor de 30 a 40 eran los que traían escombro. Se adueñaron de un predio más, aparte ya corrieron hasta la parte cerca de la Universidad Metropolitana. Su intención era rellenar esa parte del terreno, pero ahora se extendieron hacia el río, directo al río", aseguró un testigo.
Mediante un recorrido que realizó MILENIO Puebla en la zona, se pudo constatar que en menos de 20 minutos ingresaron dos camiones que fueron acondicionados para que pudieran tirar el escombro de forma automática, pues la batea se levantó en la orilla del brazo del río Atoyac.
Las unidades llevan placas del estado de Tlaxcala y Ciudad de México con número LB58036 y XB-2586-A, respectivamente; cada hora, por lo menos llegan cinco camiones depositan pedacería en este espacio natural.
Además de la contaminación que producen, los vecinos denunciaron que las descargas han dañado sus viviendas, a tal grado de que presentan grietas por el movimiento que genera el tirar los residuos. No obstante, el polvo, las cocinas de carbón y leña, así como la quema de materiales han repercutido en la salud de las personas que viven en este predio, pues algunas presentan enfermedades respiratorias y alergias.
"Nuestras casas están llenas de polvo todo el tiempo, nos ha afectado en alergias a la familia. Vivimos aquí y tenemos un vecino que está a un lado de las letrinas y sus desechos están al aire libre, es un foco de infección", manifestó otro de los testigos.
Por lo anterior, los habitantes pidieron al gobernador Miguel Barbosa Huerta su intervención en el caso, inspeccionar la zona y devolver la tranquilidad a la colonia.
CHM