La pandemia alteró la manera tradicional en que se realizan los funerales, y a más de cuatro años de su llegada a Tamaulipas, en el sur algunas familias todavía batallan para tener un sepulcro donde honrar la memoria de los seres queridos que les arrebató el covid-19, pues sus restos yacen en un sitio prestado e inundado.
Alrededor de 60 tumbas forman parte del “área covid” del panteón municipal del ejido Benito Juárez de Altamira, donde para llegar hay que tomar la carretera Tampico-Mante, recorrer cerca de 15 kilómetros desde la cabecera e ir preparado porque el lugar que alberga cerca de 4,500 difuntos, incluida la fosa común, carece de servicios básicos.
El virus no solo mató a ricos y pobres, también levantó barreras y complicó que los deudos tuvieran el consuelo de despedirlos y llevarles flores a donde descansen sus restos. En este caso, al no ser definitivo el espacio que ocupan, se desconoce qué sucederá con los sepulcros que se observan entre el agua, por lo pronto se informó que el lugar estará en condiciones de recibir visitas en estas fechas que se honra a los muertos.
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“Esta área está absolutamente inundada, las personas que están aquí perdieron la vida por la pandemia, entonces (sus deudos) no son dueños de este terreno, a ellos se les hizo un préstamo; es absurdo, no pueden hacer nada (en las tumbas) porque no es propiedad”, señaló el panteonero Marlon Rolando Hernández.
El trabajador comenta que regularmente después de seis años un cadáver se puede exhumar, pero en este caso que no hay una certeza legal sobre el espacio que ocupan, se ignora cuál será el manejo a seguir.
“Murieron por pandemia y están en total abandono, observe el agua, se me hace demasiado injusto. A estas personas no se les podrá exhumar, mejor les hubieran dado su tramito de terreno a las familias para que pudieran construir como desean las tumbas en vez de hacerles un préstamo”.
Por su parte, el encargado Juan González Puga, admitió que los lotes fueron en calidad de préstamo e ignora lo que el municipio y Coepris habrán de decidir en su momento, pero reconoce que los deudos no pueden hacer nada por ahora.
“No sé si la autoridad va a determinar que se queden ahí en ese tramo y se les preste la atención como debe de ser, pero por ahora los familiares no pueden hacer nada. Ahorita vamos a tirar ácido para quemar toda esa hierba, porque la verdad sí nos ganó el agua, que fue muchísima, pero para mañana o pasado ya no va a estar todo ese fango y que puedan venir las familias el 1 y 2 de noviembre”.
El servidor público recordó que al principio de la pandemia, se pudo sepultar de cuerpo entero a las personas fallecidas bajo cierto protocolo, pero en un posterior decreto se determinó que todo el manejo debía ser por cremación.
“En el espacio covid no podíamos intervenir mucho, ahora parece que ya se está llegando el tiempo donde se tiene que liberar todo ese tramo para que cada familiar le ponga atención y hacer los arreglos pertinentes”, concluyó. Cabe señalar que el recorrido y entrevista se realizaron el pasado miércoles 23 de octubre de 2024.
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SJHN