La industria del entretenimiento y juego de apuesta, que genera una derrama económica en el país de 3 mil 500 millones de pesos y cuyo valor es de 600 millones de dólares, tiene una carga fiscal muy pesada, misma que intenta disminuir.
Hoy la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinará la constitucionalidad de los impuestos a las erogaciones en juegos con apuestas y por la realización de juegos con apuestas y sorteos, vigentes a partir del 1 de enero de 2017 en Nuevo León.
Pero, de acuerdo con Manuel González, secretario general de gobierno de la entidad, son alrededor de 900 millones de pesos los que se reciben anualmente por este concepto y según algunos presidentes municipales, de quitarlo se verá afectado el Fondo de Seguridad para los Municipios (Fortaseg).
Sin embargo, para Gabriela Ríos Granados, investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, es preciso que exista una mayor transparencia en cómo se utilizan los recursos obtenidos por los estados que ponen impuestos a casinos.
En entrevista con MILENIO, dijo que en México la actividad de juego está gravada por tres niveles administrativos. Las empresas tienen que pagar impuestos como el ISR y el IEPS, los derechos por los permisos federales respectivos, así como atender las demandas de los estados y municipios en donde realizan actividades. Esto genera una carga impositiva diferenciada que va de 60 a 70 por ciento de pago de impuestos.
Para la especialista, que los casinos no paguen impuestos a los estados “ayuda al sector de juegos y sorteos porque están muy cargados fiscalmente; no tenemos una política fiscal integral; no hay una política pública sobre juegos y sorteos en la que se dé la justa dimensión a todo lo que es la industria del entretenimiento en el que se puedan analizar todas las ventajas económicas que genera esta industria y se haga en consonancia incluso con las mejores prácticas de otros países”.
Afirmó que a la fecha no existen mecanismos de transparencia por parte de las entidades, que a pesar de que se ha transitado hacia la parte presupuestaria a escala federal, aún es muy difícil tener una cultura de rendición de cuentas y gasto público.
En el país existen cerca de 379 salas de casinos legales abiertas, pero la apertura de unidades ilegales continúa siendo una actividad a combatir, sobre todo en Sonora y Michoacán, señaló para MILENIO Miguel Ángel Ochoa, presidente de la Asociación de Permisionarios, Operadores y Proveedores de la Industria del Entretenimiento y Juego de Apuesta (Aieja).
Estimó que el juego en línea hoy representa entre dos y tres por ciento de los ingresos de un casino, pero que en 10 años puede ser de entre 70 y 80 por ciento. “Nunca dejará de jugarse el bingo y la lotería, de haber mesas de juego, pero el juego online ha crecido muy fuerte”, afirmó.
Dijo que la industria que vale 600 millones de dólares se encuentra en mesas de trabajo con la Secretaría de Economía para verificar la legalidad de casinos y máquinas, con la de Trabajo para seguridad laboral, con la de Hacienda en lavado de dinero y de Salud en temas de adicción al juego.
ledz