Durante el desarrollo de la Revolución Mexicana participaron miles de mujeres que jugaron un papel importante dentro y fuera del conflicto armado, sin embargo, son pocas las que han logrado el reconocimiento de la sociedad, es por ello que se requiere que se hagan más estudios al respecto para darles su valor y que no queden relegadas.
Así lo planteó la doctora Josefina Manjarrez Rosas, coordinadora del Centro de Estudios de Género de la Facultad de Filosofía y Letras y profesora investigadora de la misma facultad, quien apuntó que desde la década de los setentas se empezaron a realizar investigaciones, especialmente desde la academia feminista, y a incorporar los nombres de aquellas que con su colaboración aportaron para el cambio democrático del país.
“Justo ahora es cuando se está reivindicando el papel de las mujeres en general en la historia de México y de manera muy especial en esta movilización, en este movimiento, porque era un movimiento político social el maderismo”, mencionó.
Apuntó el aporte de Carmen Serdán quien “no sólo lo alentó a la causa moralmente, sino que ella va a convertirse también en una especie de espía, transportadora de armas. De hecho también va a viajar cuando a Aquiles Serdán lo están buscando”.
Agregó que cuando se descubre la actividad que venían desempeñando tanto Aquiles como Francisco I. Madero, ambos tuvieron que dejar el país y es entonces cuando ella viaja para realizar una función “como de enlace entre Aquiles Serdán y Madero para continuar la causa”.
Indicó que “de hecho hasta le van a dar un dinero para que puedan seguir comprando armas para el movimiento. Entonces ella cumple una función fundamental. Incluso también cuando empieza este enfrentamiento con la policía, el 18 de noviembre, también se dice que es ella quien lleva el parque”.
Asimismo, mencionó el actuar de Natalia Serdán, quien es la dueña de la casa de Santa Clara y que tras el asesinato de sus hermanos junto con Carmen emprendió un juicio contra la policía por haber allanado el domicilio y por el crimen contra sus consanguíneos.
“Y hay otras mujeres anónimas que creo que hace falta más investigación para saber cuál fue el papel que ellas jugaron (…) las hermanas Narváez, que eran profesoras y también se unieron a la causa maderista y después estuvieron apoyando a Carranza o la maestra Paulina Maraver”, señaló.
Marcó que a las mujeres que participan durante la Revolución podemos clasificarlas por grupos y clases, “participan como espías, como correos, repartiendo la propaganda, obviamente lo hacen de manera clandestina”.
Recordó que eran mujeres de clase media o que pertenecían a los movimientos obreros, “y algunas fueron intelectuales de los movimientos, como los zapatistas, como Ana Belén Gutiérrez de Mendoza, o periodistas o maestras que se involucran”.
Añadió que también están las soldaderas, “mujeres que se van a la ‘bola’ y que cumplen una función esencial, en la Revolución porque alimentan a la tropa y también hacen algunas acciones, por ejemplo, cuando se acaban las batallas ellas están buscando si todavía sobra parque o armas que funcionen”.
Destacó que aunque pocas, hubo mujeres que comandaron tropas, “también hubo mujeres soldado que tienen una relevancia en la Revolución Mexicana o que participaron en la Cruz Roja o en la Cruz Blanca, entonces sí hay ahí una amplia gama de acciones que hicieron las mujeres en la Revolución”.
Finalmente, pese a las investigaciones que se han efectuado respecto al papel de la mujer en los movimientos sociales en el país, consideró que hace falta un poco más, especialmente en el caso de la Independencia de México.
CHM