La gente nos ve y sonríe: Ricardo y Liliana viajan desde Nueva York hasta Argentina en moto

En su paso por La Laguna, el español compartió que la energía de los mexicanos es diferente a la de todo el mundo.

Viajar en moto es su mayor pasión. (Martín Piña)
Jorge Maldonado Varela
Torreón, Coahuilla. /

Viajar en moto es su mayor pasión, lo atrapa la incertidumbre, tanto que ha recorrido variedad de países en rutas que lo llaman a descubrir el mundo montado en un caballo de acero con un sinfín de aventuras. 

Se trata del catalán Ricardo Fite, quien el pasado 7 de diciembre comenzó la travesía en motocicleta junto a su pareja, Liliana Rivera, desde la ciudad de Nueva York, hasta el archipiélago Ushuaia Tierra de Fuego en Argentina. Tras publicar tres libros sobre sus viajes por Europa, Asia y África, está recabando experiencias para una edición más, ahora por el Continente Americano. En su paso por La Laguna, el español compartió que la energía de los mexicanos es diferente a la de todo el mundo

“Mis libros hablan sobre viajes en moto. No son los que describen rutas, no explican los puntos importantes ni dan consejos a los viajeros, son libros intensos de la aventura y de todo lo que he vivido allí. Mi público es el motorista viajero y no lo puedo entretener mucho con descripciones o consejos”. 

Entre sus viajes, Ricardo se dedicaba a ser profesor de educación física, algo que dejó a un lado y decidió, junto a su pareja, emprender una aventura más y continuar con su pasión de escribir y viajar para convertirlo en algo profesional. 

Marruecos fue su primer gran viaje en 2005 y a partir de ahí, la carretera se volvería su aliada, millas de recorrido y rutas de todo tipo resultarían el pan de su día a día, hasta llegar a convertirse en un círculo virtuoso del que piensa desarrollarse profesionalmente. 

“Se lo plantee un día a mi mujer, fue como dejar todo e irnos. Ella estaba estudiando y yo daba clases de educación física, vi que lo puedo hacer bien, pero lo peor que puede pasarte en la vida es que seas bueno en algo que no te gusta. Di clases por 20 años y ya me estaba dando mucha ansiedad hacerlo”. 

La motocicleta que la pareja viajera usa es una Yamaha Road Star 1600 año 2001 color amarillo adaptada como tipo “side road”, misma en la que buscarán llegar a Ushuaia, también llamado “el fin del mundo”, el próximo diciembre

¿Qué se requiere para emprender un viaje así? 

A mí la incertidumbre me atrapa y la rutina me marchita, me gusta el morbo de descubrir. Te tiene que gustar, tienes que querer. El primer requisito es que te nazca hacerlo, que el cuerpo te lo pida. De nada sirve que te recomienden viajar a algún sitio sin saber que te va a gustar.

¿Qué lugares te han impactado en tu paso por tantas carreteras? 

Vengo de Barcelona y allá todo es más fácil, las autopistas y carreteras están bien, hay mucho bosque y montañas, monumentos y catedrales, sobre todo mucho uso de tarjeta. Pero algo que me impactó mucho fue vivir en primera persona lo que es África pues no hay palabras para describir eso en español. Uno no se la pasa tan bien, pero sólo se disfruta. 

¿Qué expectativa tienes de tu paso por México? 

Hasta el momento no me ha pasado nada, pero me han explicado tantas veces cómo funciona, que en pocos días he entendido algo sobre qué y a quién debo preguntar, a dónde llegar y cómo hacerlo. Ver camionetas con chicos arriba y armados me impacta mucho puesto que uno no sabe si están pensando en mí o si se les hace muy vistosa la moto. 

¿Cuál es la sensación que percibes de la gente al ver tu motocicleta en el camino? 

Despertamos ilusión, la gente nos ve y sonríe, esa es la principal reacción. En México la gente es más pasional que en Estados Unidos, allá lo ven algo más normal. 

¿Qué es lo que te impulsa a continuar tu viaje? 

Esto es algo que se está convirtiendo en mi profesión y puedo decir, al igual que mi hermano que es director de cine, que tengo la mejor profesión del mundo. Cuanto más peculiar es la gente que conozco en la ruta, más fuego me da para escribir. 

¿Qué tan caro resulta una travesía como las tuyas? 

Tenemos que estar hábiles para aceptar cuantas invitaciones nos vengan. La gasolina sí la tenemos que pagar, en cuanto al alojamiento aceptamos invitaciones de todo el mundo. En Estados Unidos hay un grupo que aloja a motociclistas y ofrecen un garaje para la moto. En México funcionan mucho los grupos de WhatsApp, ya me han incluido en varios y por ahí me comunico para dar a conocer qué ruta llevo, como son muy pasionales, pronto nos ayudan. 

EGO

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