Con reclamos de justicia, aplausos, lágrimas y música, habitantes de la sierra de Zongolica despidieron y rindieron homenaje al diputado federal Benito Aguas Atlahua, asesinado la noche del lunes en su comunidad, Tepenacaxtla, donde será sepultado por la mañana del miércoles.
El cortejo fúnebre partió de un velatorio en Córdoba, Veracruz, y recorrió 16 pueblos hasta llegar a Zongolica, donde se llevó a cabo el homenaje.
"No podemos acostumbrarnos..."
En la comunidad de San Sebastián, los pobladores expresaron su consternación:
“Nos espantamos de Sinaloa, nos espantamos de Chiapas, y hoy pareciera que en nuestro municipio estamos padeciendo las mismas situaciones, donde hay violencia. No podemos acostumbrarnos…".
"Desde San Sebastián le pedimos a la mandataria estatal Rocío Nahle, a Claudia Sheinbaum, al Partido Verde Ecologista, a Javier Herrera, a Marcelo [Ebrard], y a todos, a la Cámara de Diputados y Senadores, y al Congreso de la Unión, que se haga justicia”, dijo un vecino de esta localidad que asistió al homenaje póstumo.
"Un gran líder hoy nos deja, pero nos deja una enseñanza"
En Zongolica, la señora Paz, viuda de Benito Aguas, agradeció entre lágrimas el acompañamiento de los asistentes:
“Quiero agradecerles a todos las muestras de cariño que han tenido con Benito. Solo son signo de todo lo que él cosechó. Aparte de ser un excelente hombre, siempre fue un excelente esposo y padre".
"Yo sé que amaba con toda su alma a mis hijos. Sé perfectamente que se fue con ese pesar, de mis hijos, de que me dejó sola, que dejó a su mamá, a sus hermanos, a cada uno de ustedes. Ténganlo presente, yo sé que él los lleva en su corazón".
"Siempre dio todo por ustedes, por su sierra, por su Zongolica. Siempre estuvo orgulloso de ser de donde era, y creo que la muestra está en que lo llevó hasta lo más alto. Siéntanse orgullosos de él por ser un gran líder, y por ser un gran líder hoy nos deja, pero nos deja una enseñanza a cada uno”, expresó la viuda del diputado.
"Le querían hacer daño; le tenían envidia"
Inés Atlahua, madre del legislador, aseguró que a su hijo le tenían envidia y exigió castigo para los responsables del crimen. Señaló que hay sospechosos identificados, por lo que las autoridades podrían dar con ellos:
“Quiero justicia. Los malos allá están cerca. Pasan muchas cosas. Sí, sospecho de personas que le querían hacer daño; le tenían envidia”.
Los ciudadanos reconocieron la labor de Benito Aguas como gestor social en una de las regiones de mayor marginación del país.
El féretro, de madera y cubierto con una bandera mexicana, fue decorado con flores.
Tras el prolongado recorrido y homenaje, el cuerpo del legislador llegó a su casa, donde fue velado en el lugar que habitó y donde fue privado de la vida.
MO