Las 125 personas que se encontraban albergadas en la Escuela Secundaria General número 2 de Matamoros, Coahuila y que pertenecen al ejido Flor de Mayo, el miércoles por la tarde fueron regresadas a sus hogares debido a que el caudal del río Aguanaval bajó considerablemente, y ya no representaba ningún riesgo para las personas su retorno.
Hasta el momento las familias de Petronilas están albergadas en las instalaciones de un plantel educativo.
Lo anterior fue informado por el director de Protección Civil en Matamoros, Héctor Marín, quién informó que el miércoles a las 18:00 horas, las autoridades municipales encabezadas por el alcalde Miguel Ángel Ramírez López, en coordinación con los representantes de las diversas corporaciones policiacas y de Protección Civil estatal, determinaron que las personas de Flor de Mayo podrían regresar sin ningún peligro a sus hogares.
Es así como las mujeres, adultos y bebés, además de personas de la tercera edad, se regresaron a sus hogares muy contentos dijo, porque la emergencia por la creciente del río Aguanaval había bajado considerablemente y pues esto significaba regresar a sus viviendas sin ningún problema, así como fueron llevados en camiones proporcionados por las autoridades de Matamoros, regresaron de igual forma a sus casas con la consigna de estar al pendiente de lo que pudiera pasar en las siguientes horas.
De acuerdo a Héctor Marín, el afluente del Río Aguanaval viene de lo que es la presa Cazadores, ubicada en Zacatecas, "y si allá en la Cuenca alta de Zacatecas sigue lloviendo pues probablemente se pudiera dar otra avenida del río Aguanaval pero estaremos al pendiente para estar informando a las las personas de las comunidades aledañas a este afluente, sobre las condiciones del mismo".
Habitantes de Petronilas podrían retornar a sus hogares este viernes
El secretario del Ayuntamiento de Matamoros, Mario Alonso, informó que son alrededor de 65 personas originarias de Petronilas las que se albergan en la Escuela Secundaria número 1, quienes fueron evacuadas de sus hogares por la creciente del Río Aguanaval el miércoles pasado, las cuales todavía pasarán la noche ahí, pese a que disminuyó considerablemente el volumen de agua.
El funcionario expuso que aunque la noticia de que bajaron los niveles de agua por el cauce del río son esperanzadoras, todavía tienen que esperar para regresar a sus hogares.
Lo anterior debido a que Petronilas está rodeada por bordos, precisamente para proteger a la población de las avenidas del río Aguanaval, pero a la vez, esa condición en momentos como los actuales, representa un riesgo.
Por tal motivo, expresó que el alcalde Miguel Ángel Ramírez López, con su equipo y en compañía de personal de las diversas corporaciones, además de personal de Protección Civil del Estado, realizan recorridos en el poblado para inspeccionar la zona y comprobar si existen las condiciones específicas para que retornen.
“Tenemos el reporte de que algunas zonas están anegadas pero todo va en positivo. Sin embargo, posiblemente mañana podrían regresar a sus casas estas personas”, señaló.
En un recorrido a la Escuela Secundaria número 1, donde se albergan algunas familias de Petronilas, se notó la asistencia que personal del municipio les brinda, donde hasta una unidad médica fue instalada en el lugar.
Entre el ir y venir de los niños y adolescentes, quienes parecen disfrutar la situación, las madres de familia y personas de la tercera edad se encontraban en la explanada de la escuela, observando lo que sucedía en el exterior, pues entraban algunas personas con algunos víveres.
“Se desbordó y estábamos en peligro, por lo que el alcalde Miguel Ángel Ramírez López nos convenció de salirnos, pero también dejamos nuestras casas porque en verdad si fue alarmante, porque el agua ya era amenazante alrededor del poblado... decidimos salirnos, tomamos los documentos más importantes, algo de ropa y todos, niños, adultos y nuestros viejitos, dejamos las casas”, declaró Emma Camacho Meléndez de 56 años.
Dijo que nada más se quedaron los hombres, los adultos y algunos adolescentes para ayudar con el llenado de sacos y colocar bordos de contención, dado que así se acostumbra entre ellos, pues esta es la tercera avenida de tal magnitud que han experimentado.
“Ellos se quedan a apoyar y ayudar, nosotros con nuestros viejitos y niños nos salimos, pensando siempre en ellos, que no les vaya a pasar nada”, externó.
Al igual que Emma, la señora Carolina de 49 años, dijo que ella y sus hijos no dudaron en salir de su casa, porque con el agua no se sabe.
“Lamentablemente, ahora el agua arrasó hasta con los cultivos, pues toda la siembra en especial de melón, se anegó”, expresó.
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