Con mucha fe y devoción, cientos de feligreses católicos tanto de la Diócesis de Torreón como de Gómez Palacio, se dieron cita la tarde del lunes al lecho seco del Río Nazas, para pedir a San Isidro Labrador, santo patrono de los agricultores, su intercesión ante Dios para que envíe la lluvia a la región.
Desde temprana hora, laicos, así como sacerdotes, seminaristas y religiosas, comenzaron a llegar justo a los pies de la monumental cruz, punto que une a los dos estados, para presenciar la celebración eucarística y de esta manera, pedir para que la lluvia caiga en tierras laguneras, misma que fue presidida a las 19:05 horas por el obispo de Gómez Palacio, Jorge Estrada Solórzano, quien disculpó la ausencia del obispo de Torreón, Luis Martin Barraza Beltrán, por compromisos anteriormente programados en algunas parroquias de Torreón, que celebran su fiesta patronal.
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La misa siguió su curso, mientras tanto los fieles entonaban algunos cantos a la par con el coro y se dispusieron a escuchar el evangelio, cuando en aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando venga el defensor que les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también ustedes darán testimonio, porque desde el principio están conmigo".
Luego de solicitar monseñor Estrada a los feligreses que inclinaran su cabeza para ser bendecidos, compartió lo siguiente en la homilía, "la importancia del agua en nuestra vida, Pablo después de todo un recorrido en el anuncio de la palabra, justo busca un lugar adecuado donde haya este líquido vital para celebrar el bautismo, es un signo de esperanza para el pueblo de Israel y también para nosotros.
"Esta insistencia de aquellos que han recibido la fe, suena un poco a chantaje, si ustedes de verdad creen quédense, algo parecido creo que me pasó a mí, cuando me dicen celebre la misa para que Dios nos de la lluvia, casi, casi me dijeron, ¿pues qué no tiene fe?, pues sí tengo fe y respondiendo a este deseo de todos para que nuestra región sea bendecida con este don valioso, el agua, y puedan aumentar los mantos acuíferos, los ríos, que haya agua suficiente para todos y especialmente para nuestros campesinos. Hoy nos reunimos confiados en la intercesión de San Isidro, que tradicionalmente ha estado presente en la vida del campo y le pedimos su intercesión, el evangelio nos recuerda la realidad del cristiano, que primero nos lleva a vivir conforme a la palabra que hemos recibido ejercitándonos en el amor, tenemos que recordar, además de confiar en la providencia de Dios, nuestra responsabilidad de amar a nuestro prójimo, de dar la vida por ellos gratuita y desinteresadamente".
Para concluir con el sermón, el obispo agregó, "no faltará quien nos critique, nos ataque o condene, por vivir conforme la palabra de Dios, y justo ahí tenemos que estar firmes en la fe dando testimonio".
"El señor nos llama a ser valientes, entregados, vivir conforme a su palabra y confiados en su bondad, providencia y misericordia, esta es la fe y esperanza para celebrar esta acción de gracias y ponernos en manos de Dios, pido al señor que bendiga a cada uno de ustedes y a quien necesita este líquido vital de la lluvia, para que bendecidos de ella, sigamos viviendo y dando testimonio".
Posteriormente los presentes se dispusieron a entregar las ofrendas, recibir la comunión, y finalmente nuevamente la bendición del obispo, con la fe firme, igual que San Isidro Labrador, de que Dios enviará más lluvias a la Comarca Lagunera.
aarp