Conoce la historia del tradicional negocio 'Sal Si Puedes': "No dejaba salir si no llevaba nada"

Don Elías Zarzar, fundador, solía platicar con los clientes, sobre todo con aquellos que por alguna razón iban con las manos vacías.

Elías Zarzar procuraba estar siempre en la puerta de la tienda. (Especial)
Jorge Maldonado Varela
Torreón, Coahuila. /

Don Elías Zarzar Giti, con descendencia palestina, abrió una tienda con variedad de artículos en la zona Centro de Torreón allá por el año de 1949, un negocio que al paso de los años abonó sus raíces en tierras laguneras hasta ser uno de los negocios referentes y tradicionales de la región, sobre todo por su peculiar historia, 'Sal Si Puedes'

Desde un comienzo don Elías Zarzar procuraba estar siempre en la puerta de la tienda, y además de recibir a la clientela atenderla de primera mano para ofrecerle los artículos de temporada, aprovechaba para anotar en su libretita aquellas cosas y novedades que la gente buscaba y le preguntaban, era su forma de conocer la demanda. 

La tienda está ubicada desde el comienzo sobre la avenida Hidalgo, la cual al principio llevaba por nombre “Mercantil Zarzar”, pero todo cambiaría cuando los mismos laguneros empezaron a llamarla como en la actualidad se conoce. 

¿Cómo surgió el nombre?

Se dice que Don Elías también solía platicar con los clientes cuando iban de salida, sobre todo con aquellos que por alguna razón iban con las manos vacías, incluso si salías, lo hacías con cosas que ni pensabas comprar, tal como lo comparte su nieto, Omar Zarzar, encargado del negocio. 

“No dejaba salir a la gente si no llevaba nada. Preguntaba lo que estaba buscando el cliente y si no lo tenían, hacía lo necesario para conseguirlo o armarlo con lo que tenían en existencia. La misma gente le empezó a llamar Sal Si Puedes, porque decían que si entrabas a la tienda, a ver si podías salir”. 

Fue entonces que a comienzos de los años noventas la fama del lugar y de su apodo hicieron que se patentara una renovación del nombre de la tienda, con una frase que se quedaría plasmada en el nuevo logotipo y arraigada entre los laguneros. 

¿Qué puedo encontrar en 'Sal si puedes'?

De vender artículos de mercería, cordonería y manualidades, en la actualidad cuentan con un inventario que parece infinito por la gran cantidad de objetos que se pueden encontrar, desde todo tipo de telas, novedades, uniformes escolares, artículos para el hogar, juguetes, disfraces, así un sinfín de piezas de mercería que difícilmente se encuentran en otros lados. 

Problemas de salud a mediados de los noventas lo alejaron de la puerta donde solía permanecer como vocación para atender a los clientes, sin embargo volvería para seguir haciendo lo que más le gustaba, tener contacto con la gente. 

Ya en silla de ruedas, se le podía ver en la puerta para saludar a sus amigos y regalar estampillas religiosas a quien pasaba. Don Elías Zarzar falleció en septiembre de 2013. Nació el 14 de noviembre de 1924, se casó con la señora Hilda Kawas de Zarzar, tuvieron ocho hijos y fue líder de toda una familia de colaboradores que han hecho posible que la tienda siga adelante. 

Zarzar Giti dejó un legado que permeó en las nuevas generaciones que han estado al frente del negocio, sobre todo en ofrecer buena atención y abastecer las necesidades de los laguneros, una tarea difícil a decir de su nieto Omar. 

“Es una tienda con un mundo de artículos que en muchos lados no se consiguen, por lo que seguimos con la tradición de atender las demandas de lo que los laguneros están exigiendo, seguimos cumpliendo con las necesidades del cliente, tener un buen inventario, bien surtido y buena atención, esa creo que es la clave para seguir la tradición”. 

La historia cuenta que los padres de don Elías Zarzar llegaron a La Laguna allá por los años veintes por los conflictos armados en el oriente ante la primer guerra mundial y se dedicaban al comercio, una semilla que daría frutos en Zarzar Giti hasta convertirse en uno de los comerciantes más importantes de la región. 

Entre las anécdotas que recuerdan con cariño los familiares está aquella donde un cliente llegó buscando un calentón y en ese momento no había. “Dicen que mi abuelo le dijo, lo que usted tiene es frío y le sacó un cobertor, era un vendedor nato”, recuerda su nieto Omar. 

EGO

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