Salen repletos de jugoso melón con rumbo a Saltillo y Durango

Compradores de Durango y Coahuila se movilizan en trailas ya cargadas hasta el tope con melón matamorense, la sede de mayor calidad en estos jugosos y dulces frutos.

Las trailas con rumbo a las capitales de Durango y Coahuila, se pueden ver en todo el trayecto. (Lilia Ovalle)
Editorial Milenio
Matamoros, Coahuila /

Buscando sacar la mayor ganancia posible, compradores de las capitales de Durango y Coahuila se movilizan en trailas ya cargadas hasta el tope con melón y sandía matamorense, la sede de mayor calidad para estos frutos jugosos y dulces.

“Llegué como a las siete de la mañana y de melón voy a mover 2 toneladas… el precio está diferente, anda de 7, 4 y hasta 3 pesos, yo éste lo agarré a tres pesos, entre comillas está barato porque son segunditas", comentó Esteban Dávila Zamorano, originario de la capital de Durango.

“Yo por ejemplo me gasto 3 mil 500 pesos en mover el producto de pura gasolina, más 520 pesos del libramiento, ya luego agarramos carretera libre y de todos modos son 400 pesos de comida, son 4 mil 500 ya por todo”. 
Esteban Dávila, de playera púrpura, viaja desde Durango en temporada de melón. (Lilia Ovalle)

El calor pega como 'patada de mula' al filo del mediodía. Y aunque dijo que se pondría a hacer cuentas, Esteban piensa que la totalidad del gasto saldrá entre los 12 ó 14 mil pesos. Ya en Durango capital comenzará el reparto y con ello la recuperación de la inversión.

“Sale para las tortillas y los frijoles, yo lo vendo en fruterías allá en Durango y otra parte lo menudeo en los bulevares, vamos a ver si lo podemos dar en cinco 50 el kilo allá, pero ya lo probé y está bien dulce, muy bueno. A mí me dura alrededor de 4 días en el camión, ya después se pierde porque no traigo refrigerador”.

Los compradores no pierden el tiempo. Al llegar a las meloneras se ponen en contacto directo con los productores que pueden en este tiempo dejar las segunditas o la pachanguita en 3 pesos con 29 centavos. Otros en la desesperanza venderán el fruto hasta en los 2 pesos el kilo.

“Yo lo voy a llevar a Saltillo, cargo 3 toneladas en mi camioneta y me lo llevo a los mercados, en veces por caja o en veces llega ahí la gente, así trabajamos nosotros. En la temporada es la primer visita que hacemos, pero haré una diaria hasta que se acabe. Se le invierten unos 10 mil pesos ya puesto en Saltillo por las tres toneladas, pero en se vende por bolsa”, dijo Alfredo Pérez.

Deben despertar tempranito para ir a la pizca y de ahí a las meloneras. Salvador de la Cerda es jornalero y dice que su patrón es ejidatario, en definitiva un buen patrón.

“Yo trabajo pero me encargo de vender la pachanguita del patrón, la labor se encuentra en el ejido Progreso, tendremos seguramente como 12 días porque lo sembramos en febrero. La parcela nos dio cerca 9 toneladas diarias. La siembra está escalonada y tenemos más”.
Salvador de la Cerda, jornalero de toda la vida. (Lilia Ovalle)

Salvador apuntó que pronto levantarán la cosecha que dio la tierra cercana al río, allá sembraron 5 y media hectáreas.

“No sé cuánto le habrán metido pero sí sé que es caro, el patrón es el que sabe, con ellos tengo trabajando como unos 5 años, pero con la familia sembramos desde toda la vida. Desde que tenía como 12 años andaba en las cosechas, en la pizca, en lo mismo, en todo.

“La tierra hay que trabajarla, se tiene que echar abono, por ejemplo gallinaza, solamente que sea buena tierra como las del río, que son buenas, esas no ocupan nada. Ya poca gente tiene de esa. De aquí me voy a seguir trabajando porque tenemos sandías también en 2 hectáreas y media. Ese debe de dar unas 45 toneladas en el segundo corte porque la calentamos y luego se viene todo. Todo es arriesgo, desde una granizada una helada o que no valga, simplemente”.

Con un valor comercial de 2 pesos el kilo, la pachanga va agarrando caminos y aunque los riesgos sobre el cultivo son muchos, el sabor inigualable vale la pena, lo mismo que el levantarse temprano porque hay que apurar el corte a las siete de la mañana, llevarlo a la lavandería y luego al mercado en las meloneras para que sea llevado a otros estados de la república mexicana.

LAS MÁS VISTAS