Éxodo de familia LeBarón pega al empleo en Sonora

Abandono. Mujeres que se desempeñan como sirvientas y hombres que trabajan de jardineros son los más afectados.

Cuatro mujeres en una de las pocas viviendas que permanecen ocupadas. Jorge Carballo
José Antonio Belmont
Bavispe, Sonora /

El salida de la comunidad de la familia LeBarón en Sonora, provocada por la masacre de la semana pasada, ha comenzado a afectar a los pueblos aledaños.

Desde hace años, las familias Langford y Miller dan empleo en su rancho La Mora a cientos de pobladores de los municipios de Huachinera y Bacerac.

Aunque la mayoría de la mano de obra de esta comunidad mormona proviene de la cabecera municipal de Bavispe, así como de San Miguelito, una pequeña localidad de este ayuntamiento. Decenas de pobladores han perdido sus empleos en estos días derivado de que casi una veintena de familias abandonó La Mora, tras el asesinato de seis niños y tres mujeres.

Principalmente las mujeres son las afectadas, pues como empleadas domésticas y encargadas del cuidado de bebés y niños, ahora ya no hay a quién cuidar. Pero hombres también han sido perjudicados por este éxodo mormón en Sonora, principalmente los dedicados a la jardinería.

El resto mantendrá su empleo en las hectáreas dedicadas al cultivo de nuez, por el que ganan más de 2 mil pesos a la semana, mucho más de lo que obtendrían en cualquier otro empleo en la región.

Aunque no están completamente tranquilos, pues las familias no han garantizado su estadía en La Mora. “Aquí nos dan trabajo los Langford y Miller, estamos desde hace 22 años con ellos y si se van nos vamos a quedar sin comer, porque de eso vivimos.
Si nos quedamos sin empleo hay que empezar de nuevo ¿y dónde le vamos a buscar? Como está ahorita yo creo que batallaríamos para encontrar trabajo”, consideró Héctor Durazo Martínez, trabajador de La Mora, originario de San Miguelito.

Una semana después de la masacre, el rancho de esta comunidad mormona luce como un pueblo fantasma: casas abandonadas, calles vacías y la poca gente que queda está resguardada.

De las 25 casas que hay en La Mora, solo unas siete están habitadas, pero la salida por la violencia todavía no termina. Ayer, Lafe Langford y su familia abandonaron México, luego de 15 años de vivir en este rancho.

Por la mañana iniciaron su trayecto a Luisiana, Estados Unidos, donde se quedarán por el momento. “Yo siento que tengo 10 toneladas de piedras en mi espalda y necesito irme para ver unas cosas diferentes, no quiero ver ese camino.

“Ayer fui a Bavispe a comprar unas etiquetas para el ganado y les dije a las señoras de ahí que me iba a salir,  me abrazaron y empezaron a llorar”, dijo  Langford. 

​RLO

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