"Cualquiera puede realizar un exorcismo", Diócesis de Saltillo

Esto luego del fallecimiento del presbítero, José Luis Del Río, quién era el único autorizado por el Vaticano para trabajar con posesiones diabólicas.

El presbítero, Plácido Castro Zamora, aseguró que el Obispo es quién designará al encargado. (Archivo)
Ana Ponce
Saltillo, Coahuila /

Luego del fallecimiento del presbítero José Luis Del Río y Santiago, el Obispo de la Diócesis de Saltillo, Raúl Vera López, comentó que deberá pensar en un sacerdote que pueda suplirlo, pues era el único con autorización permanente para realizar exorcismos.

Comentó que se tenía contemplado un sacerdote de Monclova, pero actualmente su estado de salud es delicado por lo que no se podrá designar a éste como reemplazo. 

“Sinceramente no lo tenía contemplado, pero ya lo voy a empezar a pensar”, expresó Monseñor Vera López.

Por su parte, el presbítero, Plácido Castro Zamora, párroco de la Catedral de Saltillo, explicó que en caso de que alguna persona esté sufriendo de una posesión demoníaca o cualquier tipo de acoso de entes malignos, puede acudir con su párroco en busca de un apoyo espiritual.

Indicó que todos los sacerdotes están preparados para ayudar a la feligresía en este tipo de situaciones, sin embargo se necesita a alguien a cargo de determinar si el problemas es diabólico o si es psicológico.

“Cada párroco, el mismo sacerdote puede determinar si requiere de otro tipo de atención, entonces hablará con el Obispo y éste dirá quien, ya sea que el mismo Obispo lo haga o designe a quien lo pueda realizar”, comentó.
“Cada Obispo, dentro de sus servicios o funciones, debe tener alguno o algunos sacerdotes con este nombramiento ,que son los que están autorizados, no solamente es que estén capacitados intelectualmente, sino se requieren otras cosas que solamente el Obispo puede decir que sacerdote lo cumple”, agregó.

Finalmente expuso que quien sea designado para este encargo deberá estar debidamente capacitado, pero subrayó que debe tener cualidades en su forma de vida, así como en su persona, para que pueda enfrentarse con las fuerzas demoníacas.

“La iglesia dice, en general, que el sacerdote preferentemente tiene que ser ordinario, no es el gran santo ni el peor, pero eso ya lo decide el Obispo”, concluyó.

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