El 31 de octubre de 2021 la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacan, en Puebla capital, se volvió noticia nacional e internacional ante una explosión provocada por una fuga de gas cuando un grupo de personas robaba hidrocarburo de un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) que cruzaba por la zona.
Durante la madrugada de sábado para domingo, la mayoría de los habitantes de Xochimehuacán permanecían en sus casas para descansar y disfrutar del día siguiente, pero algunos otros seguían en las calles tras salir a fiestas o con amigos como en cualquier otro fin de semana.
A las 1:34 horas, colonos de la calle Ferrocarril llamaron al 911 para solicitar la intervención de las autoridades, ya que había un fuerte olor a gas y se apreciaba una nube densa blanca en varios metros a la redonda. Ante la incertidumbre, más de 2 mil personas fueron desalojadas de sus viviendas.
Alrededor de las 2 de la mañana personal de Protección Civil estatal y municipal de Puebla reconoció la fuga de gas, por lo que solicitaron a Pemex cerrar sus válvulas en el ducto Cactus-Guadalajara, tramo Tecamachalco-San Martín Texmelucan.
La evacuación siguió, pero a las 2:50 horas la tragedia llegó disfrazada de cuatro explosiones consecutivas, por la interacción del gas con el ambiente, lo que provocó una onda expansiva tan fuerte que fue perceptible varios kilómetros a la redonda en Puebla y Tlaxcala, mientras que las llamas rebasaron los 35 metros de altura.
Cinco muertos, familias rotas y sin hogar
A raíz de la explosión, cinco habitantes de San Pablo Xochimehuacán perdieron la vida, pero hubo familias enteras que resultaron con quemaduras de gravedad y, al mismo tiempo, otras más que lo perdieron todo ante la magnitud de las llamas y la onda expansiva, dejando decenas de hogares rotos.
La primera víctima fue Abimael Eduardo Zamorano, de 32 años, quien falleció cuando evacuaba su casa pero la onda expansiva lo alcanzó, dejando en orfandad a dos menores de edad.
Praxedis Martínez Martínez, de 62 años, fue la segunda persona que perdió la vida en el hospital el 3 de noviembre, ya que presentaba quemaduras de segundo y tercer grado en 72 por ciento de su cuerpo.
El 9 de noviembre, Angélica Andrea Cruz, de 17 años, murió hospitalizada a causa de una falla orgánica múltiple, pues la explosión le provocó quemaduras de segundo y tercer grado en 32 por ciento de la superficie corporal.
Azucena Manuela Bravo Martínez, de 43 años, se convirtió en la cuarta víctima solo un día después. Ella tenía quemaduras de segundo y tercer grado en 80 por ciento de cuerpo, así como lesión por quemaduras en la vía aérea superior.
Un mes después de la explosión, el 30 de noviembre, Pedro Bolaños Santos, también de 43 años, se convirtió en el quinto fallecido tras pasar los últimos diez días hospitalizado, ya que tenía quemaduras en 30 por ciento de su cuerpo y padeció neumonía.
De hecho, la familia Bolaños fue una de las más afectadas, pues perdió a tres de sus integrantes por culpa de la explosión, pero once más sufrieron graves lesiones en la piel, incluyendo a los niños Delfino, de 13 años; Luciano, de 7 años; y Jaqueline, de 4 años.
Gobierno declaró luto por víctimas
“Que quede claro esto, porque si no hubiera habido el desalojo y no hubiera habido coordinación, hubiera sido una tragedia de enormes proporciones, hoy estamos lamentando esto, que hubiera sido terrible”, dijo el gobernador Miguel Barbosa el 31 de octubre de 2021, cinco horas después de la explosión, tras montar un mando de coordinación y seguridad junto al presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez.
Tan solo 24 horas después, el propio Barbosa declaró dos días de luto en memoria de las víctimas por la explosión de San Pablo Xochimehuacán, mientras que las oficinas gubernamentales montaron moños negros en sus fachadas durante todo un mes.
“El gobierno del estado rechaza total y contundentemente al huachicoleo y toda manifestación criminal que son muestra de la vileza humana de quienes la cometen y que en esta ocasión en San Pablo Xochimehuacan han quitado la vida y lesionado a nuestros hermanas y hermanos”, se leyó en el decreto firmado y publicado en el Periódico Oficial del Estado por la Consejería Jurídica estatal.
El gobernador se comprometió a llevar justicia para las familias de las víctimas y el 1 de noviembre reveló que la explosión fue provocada por un grupo de huachicoleros que abastecían con hidrocarburo ilegal una pipa de la empresa HidroGas, lo que también provocó la destrucción de 59 viviendas aledañas a la zona cero y daños parciales a 189 casas más, incluyendo calles y mobiliario eléctrico e hidráulico.
Casas nuevas, diez meses después
El 15 de agosto de 2022, casi diez meses después de lo sucedido, el gobierno estatal concretó la entrega de 48 de 50 viviendas a familias que lo perdieron todo en San Pablo Xochimehuacán; las dos restantes permanecerán vacías porque fueron solicitadas por familiares de quienes habrían provocado la explosión.
Las obras comenzaron en el primer trimestre del 2022 y se realizaron en dos puntos diferentes: 28 casas se construyeron en la zona de la conflagración y 22 más en Lomas de San Miguel.
“Esta es su casa, disfrútenla, es un patrimonio para su familia. Tengan confianza en que también se puede gobernar con buena fe, nunca para beneficios personales y trabajar con la sociedad de buena fe, eso es lo que hizo hicimos ante la tragedia que se vivió ese 31 de octubre”, resaltó Barbosa durante la ceremonia de entrega, en la que se incluyeron los títulos de propiedad.
De acuerdo con la Secretaría de Infraestructura estatal, las nuevas viviendas tienen una extensión de 120 metros cuadrados, 80 de interior y 40 de exterior, y cuentan con dos recámaras, alcoba, baño, sala, comedor, cocina, un cajón de estacionamiento y jardín, incluyendo servicios básicos como agua potable, drenaje y electricidad.
CHM