Santa Muerte gigante cumple una década

Los feligreses arribaron de Veracruz, Hidalgo, Tlaxcala, Puebla, Quintana Roo y Ciudad de México, caminaron sobre la vía José López Portillo, colonia San Mateo Cuautepec, hasta llegar al templo, donde también se encuentra una estatua de 22 metros de altura, hecha con fibra de vidrio, y que ha resistido los sismos de 2017.

Enriqueta Vargas, líder del templo de la Santa Muerte en Tultepec, y madre del Comandante Pantera, encabezó la ceremonia del décimo aniversario luctuoso de su hijo y la colocación de la imagen, a la cual acudieron más de 3 mil personas.

Doña Queta ofrece una misa todo los domingos, como una promesa que hizo a la Santa Muerte, después de que muriera su hijo, a quien le pidió que si le entregaba a los asesinos y a cambio, la enaltecería. Dijo que la deidad ya se extendió de manera internacional y estimó que son alrededor de 10 millones de fieles a la Santa Muerte.

Detalló que entre los países en que se encuentran fieles, son Estados Unidos, Colombia, España, Inglaterra, Costa Rica y exhortó a más personas a unirse al culto, puesto que el único requisito es profesar una creencia sincera.

Los fieles le ofrecen a La Muerte tequila, dulces, puros, cigarros y ramos de flores “a cambio de favores”.

Durante la misa, la señora Enriqueta Vargas también celebró bodas, bautizos y, sobre todo, dio la bendición a gente enferma, privada de su libertad y para quienes no tienen trabajo.

Los fieles explicaron que depende de lo que se está pidiendo a La Niña Blanca es el color del vestido, por ejemplo si se pide una conexión con algún pariente que ya murió, se viste de color hueso; azul, es porque se necesita claridad en la cabeza; morado, para abundancia; y el clásico rojo para quien busca mejorar en el amor.

“Ella no es buena ni mala, no es vengativa. Pero sí se debe cumplir lo que se promete, porque así como te da las cosas, te la quita”, afirmó una devota.

De acuerdo con la escritora del libro Historia y actualidad del culto a la Santa Muerte, Claudia Reyes Ruiz, informó que La Santísima es una figura de culto religioso de origen popular mexicano que durante los últimos 10 años ha tenido un auge y ha cobrado vida, como respuesta a las necesidades y problemas de la gente que vive en situaciones de vulnerabilidad. Informó que se le ha vinculado con actos delictivos de algunos devotos, pero la mayoría de las personas que se integran es gente de todas las clases sociales, económicas y culturales.