Ante la solución del conflicto en Estados Unidos con los trabajadores de General Motors que levantaron la huelga, 450 empleados del corporativo en su planta de Ramos Arizpe, Coahuila regresaron a sus actividades normales en la empresa sin registrar ningún impacto, así lo confirmó Jesús Berino Granados, secretario general Adjunto de la CTM.
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“En General Motors está trabajando todo normal, gracias a Dios, el problema que teníamos dejó de ser y ahora sí todos los trabajadores y sus familias están muy contentos porque no se llegó la amenaza de caer en paros técnicos como aquello que vivimos en 2009”, dijo.
Destacó que a pesar a la situación en Estados Unidos, los trabajadores de la planta en Coahuila no se vieron afectados, debido a que nunca dejaron de recibir su salario al 100 por ciento en razón de las opciones que ofreció el corporativo.
Y es que explicó que se llegó a un acuerdo con los directivos de la empresa automotriz para poder enviar a los trabajadores de vacaciones, capacitación o a mantenimiento de la línea de producción, para garantizar que su salario íntegro.
Desde el pasado 7 de octubre, la Dirección General de GM México anunció un paro técnico parcial derivado de la falta de componentes provenientes de una planta en Estados Unidos que esta detenida por la huelga.
Por ello entró en un ‘Paro Técnico Parcial’ del motor ‘GEN V’ y la transmisión CVT, implicando el 7.5 por ciento de la población (laboral) del Complejo Ramos Arizpe.
Por lo anterior, el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís había anunciado un plan emergente para atender la situación de 450 trabajadores que resultaron afectados y, en caso de que la situación se prolongara, se comprometió a proporcionarles apoyo de diversos tipos.
El Gobernador de Coahuila puso a su gabinete en alerta por la situación que imperaba en el corporativo del ramo automotriz, al asegurar que en la entidad se tiene la capacidad para canalizar a los trabajadores a otras ofertas laborales en caso de que el daño fuera sea mayor.
Sin embargo, ni hubo necesidad de activar el Plan Emergente, ya que las actividades de la planta de General Motors en Ramos Arizpe regresaron a la normalidad, tras resolverse el conflicto sindical en el vecino país, lo que ayudó también a las proveedoras que mantenían en riesgo más de mil 500 empleos.