El titular de la Secretaría de Educación en Guerrero (SEG), Marcial Rodríguez Saldaña, reconoció que apenas el 6.2% de las escuelas en Acapulco y Coyuca de Benítez ha vuelto a clases tras las afectaciones generadas por el huracán Otis.
Rodríguez Saldaña afirmó que, aunque la cifra es baja, hay satisfacción porque en los planteles con condiciones, maestros, directivos y padres de familia están dispuestos a regresar a las aulas.
Aclaró que el retorno a clases no es obligatorio en ningún caso, y se está actuando en acuerdo con todos los involucrados.
Entre Acapulco y Coyuca de Benítez hay más de mil escuelas, por lo que los 106 planteles solo se consideran como un inicio; se espera que más se incorporen diariamente.
El martes 21 de noviembre, Rodríguez Saldaña y la titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Leticia Ramírez Amaya, realizaron un recorrido en escuelas de nivel básico y bachillerato de los dos municipios más afectados.
Explicó que los trabajos de limpieza en los planteles son constantes, con participación de la estructura de la SEG y brigadas de voluntarios, incluyendo padres de familia y profesores, para avanzar en la reapertura.
Puntualizó que el regreso a clases se autoriza solo cuando se tiene certeza de que los alumnos no enfrentan riesgos.
Ante una pregunta directa, Rodríguez Saldaña señaló que las 106 escuelas donde se retomaron las actividades representan apenas el 6.2% del total de escuelas en ambos municipios.
Indicó: “Hay que tomar en cuenta siempre que la magnitud de los daños provocados es de extrema gravedad, no fue solo en la zona hotelera, el huracán nos pegó en las casas, en las escuelas y en la infraestructura urbana, hay muchos damnificados que son padres de familia, maestros y estudiantes”.
En consecuencia, resaltó que los avances son lentos, pero subrayó que se trabaja sobre bases sólidas, sin exponer a los estudiantes a situaciones de riesgo.
Aclaró: “Debemos tener muy presente que aquí no se obligó ni se va a obligar a nadie a ir a la escuela, es un proceso de convicción, de garantizar el derecho a la educación de los niños sin lastimar su condición de damnificados”.
MO