Una mujer que participaba en la marcha por el asesinato de Mara Castilla acusó a un hombre de haberla violado, por lo que un grupo de manifestantes lo retuvieron en un negocio de la plaza comercial Reforma 222, donde él se intentó esconder.
Los manifestantes entraron a la plaza, algunos tocaron tambores y otros gritaron "cómplices" a los dueños de los negocios, empleados y a los policías que mantuvieron en resguardo al presunto violador.
Trabajadores de algunos locales, como la joyería Bizzarro y la panadería Maison Kayser, cerraron las cortinas de los establecimientos ante el temor de que los manifestantes irrumpieran.
La policía capitalina informó que recibió la denuncia al número de emergencias 911, por lo que agentes acudieron al lugar.
jbh