Coahuila es un estado árido, se ubica dentro de las 16 entidades en la zona norte, que de acuerdo a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), lo normal es que lluevan 250 milímetros por año, sin embargo a siete meses del 2021 no han llovido ni 50.
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Hasta finales del sexenio pasado se manejaba un seguro catastrófico, entraba el Fondo para Desastres Naturales (Fonden) y el de contingencias climatológicas agrícolas y ganaderas, el cual ya no existe, por eso hoy los daños de la sequía son: “incuantificables”.
“La sequía nos está pegando y nos va seguir pegando si no nos sumamos… mientras plantas más vamos a acotar suelo y humedad”, declaró Luis Alemán, representante de Desarrollo Rural del gobierno de Coahuila.
Muerte del ganado
La reproducción del ganado, por ejemplo el caprino, se ha reducido hasta en un 70 por ciento.
Una hectárea de maíz cuesta hasta diez mil pesos, de los que regresan entre cinco o seis mil pesos, por lo que sólo se tiene maíz para alimento y para el ganado.
Contra la sequía
Para tratar de mitigar la sequía, el gobierno del estado utiliza un equipo de bombeo solar que da hasta cinco mil litros por hora, a una profundidad de entre 60 hasta 180 metros. De estos sistemas existen cinco en General Cepeda, dos en Parras de la Fuente y uno en Ramos Arizpe.
La propuesta, es que exista un programa de apoyo a la ganadería mayor y menos para salvar el campo, comentó Manuel Rodríguez, coordinador de la región sureste del Desarrollo Rural estatal.
“Lo que queremos es proponer es que haya un recurso para los agricultores con aportación de los productores, casi un millón de pesos han sido invertidos en estos sistemas que han “aligerado” la sequía".
Coahuila, tierra árida
En Coahuila existen 900 ejidos de los cuales, 300 están en la región sureste y son 180 los que están en problemas severos.
“Ahorita hasta la fecha se me han muerto 30, en noviembre haga de cuenta que no hay comida, no llueve el agua, es prácticamente el patrimonio de toda la vida”.
Setenta kilómetros a la redonda del ejido Siete de Enero, las familias se han acostumbrado a ver cementerios de ganado, animales que al morir adquieren una pose de agonía, su descomposición es tan apresurada y su carne consumida por los coyotes que parecería que se han momificado.
RCM