La sequía preocupa a los ambientalistas laguneros porque aumenta el riesgo de incendios forestales, principalmente en lugares como el Cañón de Jimulco.
“Ahorita la preocupación principal ahí es que no ocurra un incendio y afortunadamente se tiene una brigada que realiza acciones de prevención desde febrero y control de áreas susceptibles”, declaró Gerardo Jiménez, integrante de Encuentro Ciudadano Lagunero en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente.
Recordó que hace 10 años se presentó el último siniestro de altas proporciones y a la fecha nada más se han presentado conatos que fueron controlados.
“En 2011 es cuando tuvimos el último incendio en forma y desde entonces hemos tenido conatos, pero el riesgo sigue existiendo porque hay mucha vegetación seca en este momento”.
Apuntó que la recuperación de las hectáreas afectadas ha sido lenta por la naturaleza de la vegetación incendiada.
“No se ha hecho ninguna reforestación en el área afectada y como es vegetación árida tenemos una recuperación lenta. Se perdieron en aquella ocasión 60 hectáreas”.
Precisó que la brigada de prevención de incendios comienza desde principios de cada año labores para evitar los siniestros y la componen 9 personas que forman parte de las diversas comunidades que integran la reserva.
“Se sigue trabajando con las medidas preventivas establecidas y está en el mismo semáforo de la ciudad”.
Jiménez destacó que otros de los retos en materia ambiental en la región tiene que ver con la sobreexplotación del acuífero principal de La Laguna y cuyas consecuencias se traducen en la falta de abasto de agua potable en la zona urbana de los diversos municipios que componen la región.
CALE