Desde que el general retirado José Alfredo Ortega Reyes asumió el mando como secretario de Seguridad Pública de Michoacán, el 1 de octubre del 2021, ha utilizado su experiencia (en su pasado coordinó las áreas de inteligencia del ejército) para tener un diagnóstico de la violencia imperante en el estado, sus razones y las acciones para combatirla.
“Vengo a esta tierra a recuperar la paz”, dice en su despacho durante la entrevista que concede a MILENIO. Conversación donde, además, cuenta que el grupo delictivo Los Correa es uno de sus objetivos; que Michoacán no es ni Colombia ni Afganistán y que el plan en este estado se basa en la presencia de operativos, sobre todo en municipios vulnerables.
Ortega Reyes reconoce que Michoacán presenta una alta incidencia delictiva, principalmente en los límites con los estados aledaños: Colima, Estado de México, Guanajuato, Guerrero y, principalmente, Jalisco.
Foto: Juan Carlos Bautista
—¿Y a qué le atribuye la violencia?
—A veces me he visto tentado a decir, o a señalar, o a responder, con otra pregunta: ¿por qué hay tanta impunidad? Sólo el dos por ciento de los crímenes son judicializados; el 98 restante, no. Esa impunidad hace que sencillamente haya más violencia —responde el también licenciado en Administración que sirvió 45 años a las Fuerzas Armadas.
—¿Y qué se necesita para que esa impunidad termine o al menos disminuya?
—Creo que con leyes justas y con una firme actuación de los tres poderes del estado. Principalmente del Poder Judicial porque ahí está la “puerta giratoria” que deja en libertad a muchos delincuentes.
—Además de la impunidad, ¿Por qué hay tantas masacres o multihomicidios en Michoacán?
—Lo atribuyo a la superposición de organizaciones delictivas que están buscando ampliar su poderío y se topan con el otro grupo. Es cuando se genera el conflicto.
Veamos el caso del municipio de Marcos Castellanos, donde hubo al menos 11 muertos: fue un conflicto que ni siquiera de Michoacán, venía de otra región y detonó aquí, en San José de Gracia. Vemos, también, el caso de Zinapécuaro, con 20 muertos en el palenque: esa fue una confrontación entre dos organizaciones delictivas. Tras los hechos, aseguramos armas y vehículos.
Antes de ser el secretario de seguridad pública michoacano, Ortega Reyes fue jefe de unidad de áreas especializadas en la Guardia Nacional, aunque laboró más tiempo como director de Planeación Estratégica, Seguridad e Inteligencia de la Sedena. Por eso la pregunta: “¿Hay posibilidades concretas de vencer el crimen en Michoacán?
—Sí —asegura—. Es cuestión de pensar a la seguridad pública como una actividad de todos los entes, donde con estrategia se recuperen espacios de paz y de orden público. Y para fortalecer esos espacios recuperados hay que incluir programas de acción cívica, aspectos de desarrollo económico, de educación.
Foto: Juan Carlos Bautista
—¿Tiene usted algún plazo para resolver la inseguridad en Michoacán?
—Tengo una planeación, basada en tres ejes de acción. El primero es más presencia en todo el estado con operativos. El segundo, reforzar los municipios más vulnerables. Y el tercero es fortalecer e instrumentar convenios de colaboración con los estados que limitan Michoacán.
Se le comenta al general retirado que, en los últimos meses, el crimen en Michoacán se ha modernizado: hoy, por ejemplo, utiliza drones o minas antipersonales para atacar a las autoridades.
—¿Usted también percibe estas dos nuevas “armas”? Son elementos que sólo habíamos visto en países en guerra y que hoy funcionan en Michoacán para frenar el avance de la autoridad y evadir la acción de la justicia.
—Esto es una percepción muy similar a la guerra irregular. Yo estuve en Colombia y Colombia es el primer país con más víctimas militares. Afganistán es el primer país con más bajas por las minas.
—¿Tiene algún dato o estimación sobre los drones y las minas que utiliza el crimen?
—No tengo esa información precisa pero sé que en Tierra Caliente, precisamente en los límites con Jalisco, es donde los grupos usan más estos artefactos.
—¿Será que los grupos delictivos tienen mejor equipamiento? ¿Son superiores en capacidad de fuego?
—En algunos aspectos, sí, sí tienen mejor equipamiento.
—¿Cómo cuál?
—Ellos utilizan los Barret y nosotros tenemos los R15. El poder de fuego puede ser superior en un momento dado. También tienen vehículos blindados. Nosotros, por agrupamiento, contamos con tres o cuatro. Por suerte, la policía tiene más capacitación y más adiestramiento.
El general retirado tiene que irse. Antes, se le pregunta sobre un tema que todo funcionario público suele evadir: El Mencho, el líder del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Foto: Juan Carlos Bautista
—Aquí en Michoacán nació Nemesio Oseguera Cervantes. A sabiendas de que la Secretaría de Seguridad Pública no es una instancia investigadora, ¿hay pistas de dónde se encuentra?
—Como usted lo señala, nosotros no somos una entidad investigadora, pero tenemos información de algunas “fuentes cerradas” de que ese señor se mueve entre los límites de Jalisco y de Michoacán.
—Se sabe que hay un nuevo grupo delictivo llamado “Los Correas”. Opera en el oriente de Michoacán. ¿Está dentro de sus objetivos esta organización?
—Definitivamente vamos por Los Correa: Daniel Correa, sus hermanos y otros actores vinculados, como uno que le llaman “El Jabalí” y otro que le apodan “El 100”. Es un grupo originario de Michoacán pero operan fundamentalmente en el Estado de México.
Cuando se despide, Ortega Reyes repite que sí se puede acabar con el crimen. “Estoy asumiendo este compromiso con un profundo respeto a Michoacán”.
JLMR