Mirna Nereyda Medina, una de las primeras mujeres que emprendieron la búsqueda de sus hijos desaparecidos en México, finalmente obtuvo la respuesta que anhelaba después de más de nueve años.
Tras confirmarse que su hijo fue hallado en una fosa clandestina, Nereyda Medina exigió justicia para su primogénito, ya que considera que la forma en que perdió la vida fue injusta.
Después de nueve años y cinco meses de incertidumbre y dolor, y tras enfrentar numerosos conflictos con las autoridades, así como agotadoras jornadas bajo el intenso sol en intensas búsquedas, Mirna Nereyda, líderesa de Las Rastreadoras de El Fuerte, recibió la notificación de que los restos encontrados el año pasado, enterrados en una fosa clandestina, pertenecían a su hijo Roberto Corrales Medina.
Con la confirmación y el conocimiento de las circunstancias en las que su hijo perdió la vida, Mirna Nereyda, sumida en una profunda tristeza, se compromete a alzar la voz en busca de justicia, no solo para Roberto, sino también para los miles de desaparecidos en México.
La activista Mirna Nereyda Medina Quiñones fue convocada ayer lunes a la Fiscalía General de la República, donde un agente federal le entregó los resultados de las muestras genéticas de los restos óseos localizados el 5 de octubre de 2022 en una zona enmontada de Ocolome, El Fuerte, durante una búsqueda federal.
Estas muestras dieron positivo en un 99.9% de coincidencia con su hijo, quien fue privado de su libertad el 14 de julio de 2014.
El miércoles 13 de diciembre, Mirna recibirá los restos de su hijo para darle una sepultura cristiana.
Este acto suscitará sentimientos encontrados, ya que será la cuarta vez que se sepulten dichos restos, pero esta vez descansarán en un campo santo de su comunidad.
MO