La frecuencia de los sismos ocurridos en Saltillo en las últimas semanas se debe a un fenómeno natural conocido como “enjambre”; y que consiste en que cuando se presentan sismos de tan baja magnitud frecuentemente éstos se “agrupan” y van sintiéndose en los siguientes días, informó el Servicio Sismológico Nacional.
Arturo Iglesias, jefe del Servicio Sismológico Nacional, dijo que es frecuente que los sismos se agrupen en algo que se denomina “enjambres; como si fueran abejas, y sí es frecuente que ocurran en algunas zonas de repente una cantidad importante de sismos pequeños y a esos les llamamos enjambres”, explicó.
Dijo que es diferente al proceso de un sismo grande, en donde también se está asociada mucha sismicidad generalmente posterior que se denomina como réplicas.
“Ahora mismo por ejemplo en otra parte del país, en Sonora cerca de Chihuahua, hay también una secuencia de sismos pequeños parecida; son estos enjambres que ocurren en zonas donde normalmente no pasan pero luego ocurre”.
Indicó que la zona noreste del país es la de menor peligro sismológico pero eso no quiere decir que no tenga actividad, y resaltó que los sismos que se han presentado en la entidad que van de los 3.2 a 3.8 están entre los más pequeños que se pueden detectar, aunque comentó que si las personas se encuentran cerca de la fuente es posible que lo sientan con mayor intensidad.
Coahuila ha registrado en 2021 un total de 18 eventos sísmicos, incluyendo el verificado la mañana del jueves 26 de agosto que fue de magnitud 3.4 en la escala de Richter y se ubicó a 19 kilómetros al sureste de Saltillo; la mayor parte de ellos han sido en escalas de 3.6 a 3.8 grados, aunque también ha habido de hasta 4.2 grados.
“Es importante mantener la calma, no parece ser una situación especialmente riesgosa”, indicó Iglesias; “hay que buscar información veraz en nuestra página y mantener las recomendaciones de protección civil al respecto”, expuso.
El especialista comentó que en Coahuila se ha instalado un centro de detección en Múzquiz pero la posición de la estación se decidió por la cobertura de la red y estando allí se tiene mayor capacidad de detección y por eso es que se han registrado más eventos.
“Una manera más objetiva de conocer realmente qué tan densa es la sismicidad en una región en particular es limitar la magnitud a sismos de 4 para arriba, ahí nuestro catálogo es mucho más completo que para sismos más pequeños y el sesgo que implica tener una estación se elimina y quedan las zonas donde naturalmente tienen mayor sismicidad”.
En el caso de Coahuila han ocurrido tres, uno cerca de Saltillo específicamente en Parras y otros dos en Múzquiz.
Aclaró que en períodos de tiempo de decenas de años la sismicidad es muy constante, aunque se presenten series de enjambres por un año aproximadamente, pero los cambios mayores en términos tectónicos es imposible dado que este cambio se da en millones de años.
“Nosotros seguimos expandiendo nuestra red y estamos esperando financiamiento del gobierno federal y algunas de las estaciones estarán en esa zona del país para estar un poco más monitoreado”.
No obstante dijo que es importante monitorear porque pueden presentarse fallas que tengan períodos de retorno muy largos, puesto que se pueden presentar sismos de gran magnitud y por años no haber actividad alguna.
CALE