El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) informó que es posible que el enjambre sísmico reportado en Michoacán tenga un origen magmático, similar a lo ocurrido en 2006, sin que necesariamente implique el nacimiento de un volcán.
Expuso que alrededor de 50 especialistas realizan estudios en la zona y se han instalado equipos de medición, analizan muestras de agua y gases, y monitorean la deformación del terreno.
Indicó que en la región noroeste de Uruapan se han presentado hasta el martes más de dos mil 80 sismos con magnitudes entre 3.1 y 4.1, "las cuales son relativamente bajas y no han sido percibidas por la población, por lo que en sí no representan un peligro para los habitantes de la zona".
De acuerdo con un comunicado de la instancia de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), enjambres similares se registraron en esa zona en 1997, 2000 y 2006, sin que dicha actividad desembocara en una erupción volcánica o un sismo de mayor tamaño.
No obstante, recordó que el martes se realizó una Reunión Extraordinaria del Comité Científico Asesor del Sinaproc del Volcán Popocatépetl, integrado por especialistas del Cenapred y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a la que fueron invitados investigadores de otras universidades e instituciones.
Además trabajan especialistas de los institutos de Geofísica, Ingeniería, Facultad de Ingeniería y del Centro de Geociencias de la UNAM, de la Universidad de Colima y la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
De esa manera, con base en los resultados del monitoreo continuo de la actividad, las instituciones participantes informarán oportunamente a las autoridades de Protección Civil y a la población.
Asimismo, el Cenapred subrayó la importancia de evitar propagar rumores sin fundamentos ya que sólo genera desinformación.
En tanto, la Secretaría de Gobierno de Michoacán informó que los trabajos en la zona siguen llevándose a cabo para conocer el origen de estos sismos.
RLO