En México, los temblores son tan frecuentes que la cultura de la protección civil y los protocolos a seguir durante un temblor están muy arraigados en los habitantes del país, por lo que para tener una mejor prevención, es bueno conocer todos los datos sobre los movimientos telúricos.
Los temblores son mucho más frecuentes de lo que se percibe. En 2019, el Servicio Sismológico detectó 26 mil 443 movimientos telúricos y en el 2018, 30 mil 407.
Para entender por qué tiembla mucho en México, es necesario saber lo que es un sismo. El Servicio Sismológico Nacional explica que los temblores son un rompimiento repentino de las rocas en el interior de la Tierra.
Esta liberación repentina de energía se propaga en forma de ondas que provocan el movimiento del terreno. Al respecto, el Servicio Geológico Mexicano añade que los temblores son de corta duración, de intensidad variable y regularmente producidos por el movimiento de las placas tectónicas, aunque también tienen otras causas.
¿Qué son las placas tectónicas?
Las placas téctonicas son fragmentos de la litósfera, que es la capa superior de la Tierra, que flotan "como corchos" sobre el magma del planeta y que forman una especie de rompecabezas. Estas placas dan forma a los mares y a las masas continentales.
En México convergen cinco placas tectónicas: Caribe, Pacífico, Norteamérica, Rivera y Cocos, de las cuales las últimas dos se sumergen sobre la placa de Norteamérica.
La interacción de las placas tectónicas genera energía que al liberarse, produce un movimiento telúrico que se expande en todas direcciones en forma de ondas sísmicas. Este movimiento es conocido como un temblor.
El Servicio Sismológico Nacional detalla que este movimiento también puede generar tsunamis.
Debido a que en el territorio mexicano convergen cinco placas tectónicas, su constante interacción hace que se produzcan muchos sismos en costas del país en el Oceáno Pacífico, que es donde están los límites de las placas, principalmente en Oaxaca, Guerrero y Chiapas.
RLO