Jesús es uno de los pocos pasajeros que lograron sobrevivir a un choque entre un camión en el que viajaban de Guadalajara a distintos puntos de Sinaloa.
A la altura del municipio de Elota, chocaron contra un tráiler volcado sobre la carretera.
Narra cómo sucedieron los hechos: el polarizado impidió que las ventanas se quebraran, pero el fuego y el humo invadieron rápidamente la unidad.
El accidente ocurrió en la madrugada de este martes 30 de enero, en el kilómetro 104 de la autopista Mazatlán-Culiacán (carril sur a norte). En ese momento, el censo inicial de víctimas indicó que en el camión de pasajeros se encontraban 37 pasajeros y 2 operadores.
En total, 21 personas fueron atendidas y los sobrevivientes reportaban lesiones diversas e incluso quemaduras.
Entre ellos estaba Jesús Enrique Espinoza Pacheco, originario de Mocorito, Sinaloa, prácticamente ileso, quien concedió una entrevista narrando lo vivido durante la tragedia.
“Fue una cosa muy horrible, que no quisiera ni platicarlo y decírselo, tampoco se lo deseo a nadie, pero es algo bastante fuerte, el ver tanta gente que, yo digo que la impotencia de uno, de no poder hacer nada por salvar a su gente, mirando el desespero y mirando como se estaban quemando” narró, con una voz entre cortada por el recuerdo.
Jesús venía dormido en el asiento número 29 del segundo piso del camión 502, que salió de Guadalajara con destino final en Los Mochis, Sinaloa.
“Venía dormido cuando sentí el impacto, ya cuando reaccioné pues ya estaba encima de los otros asientos allá… fue una cosa muy rápido, una cosa de qué al impacto, cuando se escuchó y luego, luego, se miraron, porque yo donde estaba arriba, yo miré abajo, donde se prendió el camión, fue en la parte donde yo estaba, yo sentí la lumbre y le grité que quebraran las ventanas a la gente y sí, mucha, mucha, gente quebrando ventanas, pero no pudieron quebrarse las ventanas, nomás nosotros logramos aventar esa ventana y por ahí salió la gente que sobrevivió” agregó.
Escuchó y sintió el impacto y al despertar, comenta, la unidad estaba "convertida en un caos de personas asumiendo la realidad del accidente".
Su compañero de viaje ya había muerto y el incendio ya había iniciado: "Gracias a Dios un señor, entre él y yo quebró una ventana y por esa ventana saltamos y gracias a Dios primeramente el señor, es el que yo miré golpeando una ventana y yo lo apoyé y entre los dos logramos sacar la ventana y por ahí escapar, y por ahí se escaparon las personas que estamos vivos porque si no, no hubiéramos quedado nadie vivo había salido.
Jesús fue el segundo en salir del camión, prácticamente ileso, pero necesitó chequeos médicos, pues presentó dolores.
Señaló que la ayuda de las autoridades llegó más de una hora después y en ese tiempo, el caos invadió el ambiente, mientras se ayudaban como podían unos a otros. Ambos operadores lograron sobrevivir, pero el conductor, a quien describe como un hombre joven, tenía un fuerte golpe en la cabeza.
“El tráiler estaba atravesado, el tráiler volcó y yo pienso que, porque no había ni una luz, no había nada, como dice él (chofer) yo platiqué con él, dice que maniobró y logró esquivarlo para no pegarle de frente, pero no fue suficiente la maniobra porque estaban completamente tapados los carriles, el tráiler volcó y tenía los dos carriles tapados”
El fuego se apoderó rápidamente de la unidad y el humo invadió el segundo piso. Jesús tiene la hipótesis de que los fallecimientos fueron por asfixia.
“Yo digo que el humo fue el que asfixio a la gente, más que quemarse, porque se llenó el camión por dentro, estábamos respirando el humo muy fuerte, ya no podemos ni respirar, salió el señor, salí yo enseguida y por ahí siguieron saliendo, pero los mismos que quedaron con vida, dijeron que arriba empezaron a jalarse las greñas, a los que querían salir, empezaron a amotinarse entre ellos y ya no alcanzaron a salir por eso, el desespero se apoderó de ellos” culminó.
MO