Desde puestos de vigilancia que instaló el crimen organizado y otros nuevos del personal militar, elementos del Ejército mexicano mantienen resguardada la carretera Apatzingán-Aguililla, que conecta a diversas comunidades de la región de Tierra Caliente en Michoacán.
A los largo de 84 kilómetros de vía, antes prácticamente intransitable, el personal castrense se posiciona en lugares donde los delincuentes antes colocaban barricadas o puestos de vigilancia, para dar seguridad a los habitantes.
En el día, los convoyes de entre tres y cuatro camionetas de militares, Guardia Nacional y la Policía de Michoacán realizan labores de patrullaje en la carretera y diversas comunidades como El Aguaje, en Aguililla, donde las casas y comercios aún tienen las huellas de la batalla registrada entre grupos delictivos.
En dicha comunidad y sus alrededores predominan los inmuebles, establecimientos comerciales y vehículos baleados, y donde la mayoría de las personas se niegan a hablar por el miedo a que integrantes del crimen organizado regresen a la localidad.
Además, en la misma carretera, las fuerzas federales tienen instalados puntos de supervisión donde los uniformados realizan inspecciones a los conductores que transitan por la zona para la prevención de ilícitos.
En distintas rancherías se aprecia cómo los habitantes comienzan a abrir negocios y salir a las calles con más confianza. Tal es el caso de Liliana, quien se dedica a la venta de flores y afirma que tras el ingreso de las Fuerzas Armadas a El Aguaje, se han tenido días tranquilos porque la gente se siente protegida.
“Está bien que esté aquí el Ejército pues está más calmado a la vez también y pues qué le puedo decir, me siento a gusto aunque a veces está todo solo, pero está bien que protejan aquí. Había negocios que con miedo salían y no querían abrir y ahorita ya están abriendo poco a poquito también, ya hay más movimiento”, dijo a MILENIO.
Mientras limpia la entrada de su negocio acompañada de sus dos hijas, Liliana pide que los elementos del Ejército se queden de manera permanente en El Aguaje, ya que, asegura, desde la semana pasada los vehículos pueden transitar libremente por la carretera y esto podría aumentar sus ventas que son escasas.
“Yo antes cuando bajaba era con miedo, no podías bajar porque ya era algo que te cobraban y miedo por todo y ahorita gracias a dios que ya estos (los militares) están aquí y pasas como si nada, vas para Apatzingán como si nada, vienes como si nada. Eso al final nos sirve para ver si vienen más clientes”.
Desde el pasado 8 de febrero la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) desplegó cientos de elementos para incursionar en distintas zonas de Tierra Caliente como son los municipios de Aguililla y Tepalcatepec, logrando desplazar a grupos del crimen organizado.
EHR