Un niño de Guatemala, que salió de su país junto con sus padres para llegar a Estados Unidos, fue rescatado en un monte entre los estados de Sonora y Arizona.
"Corrí bien recio para que no me agarraran los de la chamarra azul", dijo Alexander, el pequeño guatemalteco que, a sus siete años, narró su primera experiencia al tratar de cruzar a Estados Unidos.
La familia, como miles de centroamericanos, forma parte de la lista de aspirantes a inmigrantes del vecino país y estaba dispuesta a todo: caminar por el desierto, burlando a las autoridades migratorias, y llegar hasta donde se encontraba el abuelito de Alexander.
La historia fue contada por el menor que, a su corta edad, platicaba como un adolescente, y agregó que no quería ser atrapado por los policías durante la mañana de este jueves.
"Corrí todo lo que pude. A mi mamá le dije que corriera tan fuerte para que no la alcanzaran, después ya no la vi porque seguí por el monte hasta que me cansé", insistió el menor al recordar el episodio, sin saber que sus padres habían sido detenidos por la Customs and Border Protection (CBP) en tierras estadunidenses.
Al realizarse la detención de los adultos, las autoridades migratorias de Estados Unidos procedieron a dar a conocer, vía C-5 Nogales México, sobre la desaparición de un menor. Las autoridades indicaron que los padres habían salido corriendo cuando eran perseguidos y no sabían del paradero de su hijo.
Al tener conocimiento de los hechos, el Instituto Nacional de Migración (INM) y autoridades de Seguridad Pública Nogales se abocaron a la búsqueda de Alexander.
En un camino de terracería en Santa Cruz, en las inmediaciones del puente anaranjado, el menor fue localizado sano y salvo. Alexander platicó sin problemas con los oficiales la anécdota que acababa de vivir con su familia.
El menor fue resguardado por policías y recibió alimentos, además, fue revisado por personal de la Cruz Roja, instancia que lo reportó en un perfecto estado de salud.
Para él, la migración se trataba de una aventura, pues comentó que había vivido una hazaña en el desierto de Arizona. Alexander no mostró angustia, ni zozobra por la separación con sus padres, algo que, tal vez, sería normal en un menor de siete años, que aún mira la vida como un juego donde siempre se gana.
Los oficiales de la Comisaría Municipal de Seguridad Pública y de la Unidad de Protección Civil recibieron la instrucción de Ana María Messina, subprocuradora de la Defensa del Menor, que lo tenían que llevar ante el INM para determinar su nacionalidad.
Además, se iniciaría así el procedimiento para reunir al niño con su madre, que estaba ya detenida por las autoridades migratorias en Nogales, Arizona.
Mediante redes sociales, el alcalde Juan Gim Nogales pidió a los funcionarios de Nogales atención suficiente para el niño y su madre. Las autoridades de Estados Unidos concedieron la salida humanitaria inmediata para que la madre, de nombre Miriam, regresara con su hijo.
Una vez que se reunieron, ambos quedaron bajo la tutela del Instituto Nacional de Migración, mientras que el padre, al parecer, quedó detenido en Estados Unidos.
La angustia de la madre, Miriam, contrastó con la alegría del niño, tanto por la aventura, como por ver a su madre de nuevo.
ROA