Sebastián Marroquín, hijo del colombiano narcotraficante Pablo Escobar, expuso que los problemas de las drogas es de salud pública, más no es una guerra entre gobierno y 'narcos'.
"Queremos resolver este problema con ametralladoras y vaya que es un problema de salud pública", dijo.
Añadió que día a día la violencia se incrementa y el gobierno debe garantizar la paz y la tranquilidad del ciudadano.
"Lo único que nos trae, es un crecimiento exponencial de la violencia, por lo que cada uno tiene que generar comportamientos prudentes y no involucrarse con las drogas", dijo.
Detalló que le apuesta a la educación y la sociedad debe de echar mano de esta herramienta, para afrontar esta problemática social.
Para Sebastián Marroquín, el apellido de su padre le ha pesado mucho en el trayecto de su vida, ya que ha sentido en carne propia el fuerte rechazo de la sociedad.
"Sin duda alguna el comportamiento de mi padre nos ha perjudicado bastante, nos han echado de los colegios, de los bancos y nos ha perseguido por el parentesco", dijo.
"Como si el parentesco fuera un delito y nuestra lucha ha sido para que se nos reconozca como individuos", señaló.
Aclaró que no está incluido en la bolsa de Pablo Escobar y no negó de ser su afecto, pero no por eso soy responsable de todas sus acciones.
Con respecto a todas las víctimas de Escobar, Sebastián explicó que hasta el momento ninguna de ellas lo ha rechazado.
Se ha acercado con mucho respeto y estas han comprendido que es otra persona totalmente diferente, sabiendo que esas vidas no se pueden recuperar.
Enfatizó que ya se entrevistó al menos con 150 familias, las cuales resultaron afectadas por Escobar.
"Ya dialogamos con ellas y hemos expuesto que soy una persona diferente a mi padre, que decidió tomar otro camino de vida, mucho diferente al de su padre", comentó.
Subrayó que es muy complejo saber cuantas víctimas dejó Escobar, pero asegura que no dejará de dialogar hasta con la última familia afectada.
Sebastián ofreció una conferencia magistral de su vida personal, a alumnos y personal docente del Instituto Cumbres en Torreón.