Su vida no ha sido fácil. A los 12 años y tras un secuestro en donde sufrió un ataque sexual por dos hombres llega un embarazo, en su casa presenció violencia intrafamiliar y ahora mismo enfrenta un duelo ya que perdió físicamente al ser que más ama en el mundo: su hija.
Lianna Rebolledo, Licenciada en Periodismo y Ciencias de la Comunicación en The University City of Los Angeles UCLA, cuenta con una certificación en consejería para víctimas de violencia doméstica por el departamento de policía de Los Ángeles, es presidenta y fundadora de Loving Life, una organización sin fines de lucro que brinda programas de apoyo y educación a quienes han sido víctimas de actos de violencia y embarazos inesperados.
¿Dónde naces?
Soy orgullosamente mexicana y como a muchas me ha tocado vivir situaciones muy difíciles que me marcaron para toda la vida. Mi madre y mis tres hermanos debimos irnos de México a Estados Unidos escapando de la violencia familiar por parte de mi padre.
¿Por qué ser parte de una asociación en apoyo de embarazos inesperados en adolescentes principalmente ?
A los 12 años viví un secuestro en Los Ángeles, California. Uno pudiera pensar que allá en Estados Unidos no pasan esas cosas pero sí.
En medio de ese secuestro fui violada por dos hombres. Ya siendo liberada, con mi familia es que nos informan que presento un embarazo de 13 semanas.
Para mí nunca fue opción no tener a mi bebé. Por mero instinto siempre deseé y quise tenerla pero mi historia es distinta a la de las demás.
Para mí esa condición no era lo peor que me hubiera podido pasar a pesar de la circunstancia. Cada una es distinta y cada mujer decide qué es lo que quiere para su vida y su futuro y lo que nosotros hacemos es, dar apoyo integral como asistencia psicológica a la madre, a la familia, asistencia en albergues, atención médica y en caso de que así lo decida la adopción o cualquier decisión que tome.
¿De donde sale esa fuerza para que además de salir adelante con tu vida, te conviertas en apoyo de otras mujeres y no optar por dejarse caer?
Tuve con mi madre un ejemplo de lucha, de resiliencia. Ella se fue con sus cuatro hijos, por quienes luchó por salir adelante. Si ella pudo con cuatro hijos, yo iba a poder con una hija y aunque no fue fácil terminé la carrera.
Mi nena me enseñó lo que era el verdadero amor. Por ella luché. Sufrí incluso de bullying, eso fue doloroso y aún existe la crueldad gracias a eso no me dejé caer, tuve el coraje de demostrarles que se habían equivocado.
Gracias a la adversidad tuve una carrera, estudié para periodista y soy consejera de mujeres en situación de violencia a través de la asociación Vida por Delante.
¿Qué piensa una niña de doce años cuando le dicen que está embarazada?
Me dijeron incluso que muy probablemente no se iba a lograr mi embarazo por que había un riesgo muy alto. A mí me propusieron abortar en el hospital y en ese momento lo que tenía claro es que no me iban a "desviolar" con el aborto, ni se me borraría el trauma que tenía tras el secuestro.
¿Cómo explicaste a tu hija la situación que viviste?
Mi hija supo y me llegó a acompañar a varias pláticas de hecho ella apoyó a muchas jóvenes para que fueran informadas y conocieran las alternativas que tenían una vez que descubrían el embarazo o eran corridas de sus casas.
De hecho ella creó incluso una fundación: Enamorada de la Vida por que su misión de vida fue dar, quería fomentar la paz, tenía la idea firme de que los adolescentes debían ser escuchados.
Hablas de tu hija en tiempo pasado, ¿Por qué?
Ella experimentó cáncer en la piel, a los 8 años fue operada del apéndice y tuvo tumores en ambos senos y el año pasado le detectaron tumores en su cerebro, tenía más de 20 y seis semanas después de ese diagnóstico tan fatídico se me adelantó con 26 añitos de vida.
Si me preguntas cual ha sido mi mayor dolor, mi secuestro o su pérdida, definitivamente su partida. Esto me tiró.
¿Cómo se recupera una persona de situaciones adversas, de las pérdidas, se sale adelante de posibles traumas?
En enero de 2019 me vine a vivir a la Ciudad de México en medio de mi duelo. Tengo la oportunidad de ser la portavoz de Loving Life (La vida por delante).
Esto para mí ha sido una terapia, ayuda pero no quiere decir que haya una fecha de caducidad cuando se presenta una pérdida. Pensar en apoyar a personas que están pasando situaciones complicadas.
En la página de la fundación se encuentra la información de la organización sin fines de lucro que provee programas de apoyo a víctimas de violencia inspirándolas a amar la vida y de la que ella es vocera.
Señala que tuvo dos opciones, una de ellas fue terminar la escuela media y trabajar o seguir estudiando hasta contar con una carrera profesional que le sería de una mayor utilidad para darle a su hija un mejor nivel de vida, por ello es que optó por lo segundo a los 30 años.
"No importa la edad que tengas, uno nunca deja de aprender", concluyó.