En Tijuana suman ya 775 los migrantes centroamericanos que llegaron procedentes de Sonora con rumbo a Estados Unidos.
Esta madrugada llegaron 343 integrantes de la caravana migrante a esta ciudad fronteriza y fueron trasladados a un desayunador en esta localidad donde algunos de sus connacionales ya los esperaban.
“¡Queremos comida!”, expresó el pequeño Jimmy, de 10 años quien viajó con su padre desde Honduras.
“Ha sido bastante complicado, pero gracias a Dios ya estamos aquí respirando aire mitad mexicano y mitad estadunidense”, platicó un migrante hondureño Josué Cuén, quien subía una malla que a un costado de la carretera.
Cerca de 150 migrantes durmieron a un costado de la playa porque se negaron a pasar la noche en un albergue.
César Palencia, director de Atención al Migrante del Ayuntamiento de Tijuana, recordó que “los albergues son lugares que se les ofrecen de corazón, tienen reglas, horarios y dinámicas para hacer el aseo”.
Y es que algunos se quejaron de esa situación como el hondureño Rigoberto, quien durmió en el albergue Juventud 2000, a donde en mayo pasado llegaron extranjeros de la primera caravana migrante.
“Trabajo queremos (…), pero no para que nos pusieran a trabajar. Queremos primero bañarnos y descansar un rato”, dijo.