"Debido a la necesidad de la comunidad y a que no rinden los productos químicos que antes ocupábamos, creamos nuestros fertilizantes", señaló Santiago Molina Marcos, técnico agropecuario y uno los fundadores de "Bio Calli", la primera biofábrica de San Andrés Calpan que tiene como objetivo generar productos como fertilizantes e insecticidas, libres de elementos químicos y con precios accesibles para los agricultores del municipio.
En entrevista con MILENIO Puebla, los cinco productores que integran este proyecto: Santiago Molina, Maribel Reyes Morales, Berta Morales Marcos, Ángel Cegador Carmona y Leticia Sánchez Méndez, mencionaron que en su huerto de traspatio probaron estos productos, mismos que dieron buenos resultados.
"Nosotros hemos hecho experimentos; a una parte (del cultivo) le pongo químico, a otra parte le pongo orgánico. Empezamos a trabajar lo orgánico, hemos observado que las cosechas se dan de una forma grande, incluso tienen otro sabor, un aroma diferente a lo que es trabajar con químicos", compartieron.
Molina añadió que al ser productos importantes para los productores de la localidad, los precios disminuyen, por lo que se espera beneficiar a los agricultores, desinfectar la tierra y mejorar la economía del municipio.
En ese sentido, Santiago Molina explicó que hasta el momento la biofábrica cuenta con cinco productos. Uno de ellos es la lombricomposta, de la cual obtienen el humus líquido. A este se une el fungicida, hecho a base de sal y azufre, así como dos insecticidas, uno a base de alcohol y chile, y otro de agua y plantas de la región. Por último, también se produce el fertilizante, el cual contiene minerales esenciales y estiércol de animales.
Agregó que estos productos son más económicos a diferencia de los que contienen químicos. El precio del fertilizante más usado por los agricultores va de los mil 200 a los mil 400 pesos y alcanza para cubrir un área aproximada de 20 por 10 metros; en cambio, con ese mismo presupuesto se adquieren 10 litros del fertilizante preparado en "Bio Calli", el cual abarca más del doble de la extensión anterior. Respecto a los insecticidas químicos, el medio litro tiene un precio de 400 pesos, a diferencia del natural que se obtiene por 200 pesos el litro.
Los cinco emprendedores agregaron que el principal reto es ganar la confianza de los productores, ya que al ser la primera biofábrica en la región, algunos agricultores se niegan a dejar los productos químicos tradicionales; no obstante, quienes se han atrevido a probar los insumos de "Bio Calli" obtienen buenos resultados.
Por último, comentaron que hasta el momento ya hay varios productores de durazno, chile poblano y calabaza que utilizan el fertilizante natural y han logrado que su cosecha sea mejor a la de años anteriores, incluso se tiene más producto.
CHM