Murallas de costales de arena impiden el acceso de bañistas a una docena de playas y balnearios públicos de Tabasco como parte del protocolo epidemiológico anti covid-19, pero en costas lejanas y áreas privadas, la Policía Municipal y Protección Civil, carecen de infraestructura para vigilar y sancionar a los visitantes que infringen medidas preventivas.
“Con las ansias quisiéramos detenerlos a todos, pero es tanta la ignorancia que no le tomamos importancia a la pandemia; se les puede multar, pero tenemos que detenerlos y no hay cárceles para tanta gente, va a resultar peor el contagio si los encerramos”, así resume la necedad de la población, Lenin Ramón Domínguez, jefe de la unidad de Protección Civil en Paraíso.
En el municipio turístico de Centla, las autoridades municipales comenzaron a levantar barricadas en playas públicas y continuaron este fin de semana emitiendo exhortos en áreas privadas, establecimientos no esenciales y a la población cercana. También colgaron avisos en puentes peatonales de camino a las zonas turísticas.
Elementos de la Quinta Zona Naval, la Guardia Nacional, en coordinación con Protección Civil y Seguridad Pública Municipal, vigilan la línea costera.
Pese al esfuerzo de las autoridades federal, estatal y municipal, la población omisa se brinca las restricciones, aunado a ello, la falta de vehículos y lanchas complican el monitoreo por tierra y mar.
En Centla, el municipio con más balnearios, la Jurisdicción Sanitaria y Protección Civil del municipio, cerró la playa Estrella, El Bosque, Miramar, Pico de Oro y Playa Azul, todas por reportes de aglomeración, la semana anterior.
“A raíz de eso tomamos acciones y cerramos para evitar un mayor contagio del virus. En todos los accesos de mayor aglomeración, colocamos barricadas para impedir el ingreso de vehículos y operativos en horarios diferentes; es complicado porque hay lugares con acceso y no lo podemos impedir porque son sitios particulares”, explicó Pedro García Gordillo, director de Protección Civil en Centla.
Las autoridades municipales de Paraíso se dicen atadas de manos ante la omisión de visitantes, a los que solo hacen exhortos y una multa económica.
Además, muchas familias y bañistas burlan las restricciones sanitarias al incursionar clandestinamente por las noches en viejas zonas turísticas devoradas por la erosión a bordo de vehículos 4x4 en terrenos de difícil acceso.
“Por mucho que se hace el llamado a la ciudadanía hacen caso omiso, estamos tratando de moderar un poco el acceso. No podemos hacer este tipo de trabajo porque no tenemos los vehículos adecuados, como son lanchas o vehículos 4x4, y se están devengando responsabilidades a ciertas corporaciones que sí cuenten con los medios”, dijo a MILENIO Neftaly Angulo Flores, subdirector de Seguridad Pública en Paraíso.
En las Playas Privadas no hay operativos, solo son visibles los avisos, pues el solo hecho de invadirlas ya es considerado un delito y justifica que muchos bañistas se salten los protocolos impuestos por la pandemia.
A diferencia de Centla, en el municipio de Paraíso, solo es visible una endeble vigilancia donde, aparentemente cerraron seis centros turísticos: la playa municipal, el Palmar, Playa Freddy, el balneario Sol y Arena, Playa Bruja y Playa Caracol.
“No podemos en playas privadas, nos pueden acusar de allanamiento de morada, ahí estamos limitados”, admitió el jefe de la policía.
Este sábado, el primer día de vigilancia en playas de Centla, la unidad de Protección Civil reportó que 10 personas, en Playa Miramar, vandalizaron los costales de arena que amurallaban el acceso. Los cortaron, derribaron y pasaron sus vehículos encima de estos.
La Policía municipal de Centla, añadió a su reporte que en Playa el Bosque, otras tres familias, unas 20 personas fueron retiradas.
El estado de Tabasco se encuentra en semáforo epidemiológico naranja y de acuerdo al corte de las últimas 48 horas, la Secretaría de Salud, reportó un total 58 mil 213 contagios, mil 181 corresponden al municipio de Centla y mil 852 a Paraíso.
ledz